Edición NÚMERO 54
Agosto 2011

Benjamín Vicuña, actor de “Los Archivos del Cardenal”

La voz de los sin voz

El artista, que interpreta al joven abogado Ramón Sarmiento en la serie de TVN, valora el rol que jugó la Vicaría de la Solidaridad y lo califica como un mensaje de esperanza para el Chile de hoy.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en “Los Archivos del Cardenal”? 
Básicamente lo resumiría como una experiencia emotiva, con un grupo humano comprometido con contar un pedazo de la historia de nuestro país y el rol de la Vicaría de la Solidaridad en la defensa de los derechos humanos, en una serie que aborda la lucha por la dignidad de las personas. Gracias a esta experiencia pudimos conocer en profundidad el trabajo de la Vicaría, los sueños y esperanzas de un grupo de jóvenes, profesionales y sacerdotes que se la jugaron por su país. 

¿Cuánto de ficción y cuánto de real hay en esta producción televisiva? 
Es una serie basada en hechos reales, con el contexto histórico-político del Chile de la época y con algunos personajes que claramente son inspirados y con referencias reales, como el caso del Vicario que interpreta Pancho Melo y también Mónica, el personaje de Pali García, que es un homenaje a la periodista Mónica González. También los diversos casos a los que se hace referencia, casos emblemáticos como los de Lonquén, Tucapel  Jiménez, las primeras protestas ciudadanas, etc. 

Eso mezclado con personajes de la ficción, como es Ramón Sarmiento, mi personaje, que nace de la creatividad de Josefina Fernández (la autora de la serie). El personaje de Alejandro Trejo, por ejemplo, se inspiró en el padre de Josefina, Sergio Fernández, abogado externo de la Vicaría. 

La Vicaría de la Solidaridad, un referente mundial

A raíz de tu participación en esta serie, ¿qué impresión te has formado de la labor de la Vicaría de la Solidaridad en la defensa y promoción de los 
derechos humanos durante el régimen militar? 

Realmente notable el rol que ejerció la Vicaría, se la jugó. Desde mi punto de vista, lo que más destaco como católico en la Iglesia, tiene que ver con su defensa de la gente sin voz, de los perseguidos, de las minorías, de los humildes. En este caso, que la Iglesia y este grupo de gente se asomara a la verdad, que quisieran enfrentar a un gigante desde el terreno de las ideas, movilizándose y organizándose, atendiendo las diferentes demandas de familiares de detenidos desaparecidos con sus respectivos dramas. Me parece que es absolutamente conmovedor cómo se la jugó y cómo se instaló incluso como referente mundial. Es un organismo que fue un ejemplo, que habla de una Iglesia comprometida con la gente, con sus problemas, sus demandas y sus miedos, una Iglesia a su vez sin miedos ni compromisos de poder. 

¿Cuál es la participación de tu personaje en la trama de esta serie televisiva? 
Ramón Sarmiento es un abogado recién egresado de la Universidad Católica, un joven ingenuo y formal del Chile de los ‘80, hijo de un asesor del Ministerio de Hacienda, que comienza un viaje hacia la verdad, hacia la búsqueda, de querer salir de la burbuja en la que se crió. A través de Laura (Daniela Ramírez), con quien vive una historia de amor, se asoma a esta ventana y, a través de ella, llega a la Vicaría de la Solidaridad y empieza a trabajar por su gente. 

Tu personaje, ¿responde a alguna persona real de aquella época o es enteramente de ficción? 
Los personajes son ficción, pero están inspirados en casos reales. Sin embargo, mi personaje, por lo que hablé con la autora, Josefina Fernández, es uno de los que tiene mayores componentes de ficción. Luego también nos dimos muchas libertades con Nicolás Acuña, el director, para ir componiendo este personaje, de tal modo que fuera un antihéroe, un personaje con sus miedos, sus contradicciones, común y corriente, que se enfrenta de una forma escéptica a lo que está pasando y de a poco se empieza a involucrar. 

¿Qué es lo que más destacarías del rol de Vicario que interpreta Francisco Melo, en su labor de defensa y promoción de los derechos humanos? 
Pancho Melo es un gran actor y enfrenta a este personaje con mucha verdad y puede hacer un Vicario que es creíble, cercano y, a la vez, carismático y comprometido con la causa. 

¿Qué mensaje o testimonio nos deja para el Chile de hoy la labor del Cardenal Raúl Silva Henríquez en la defensa y promoción de los derechos humanos? 

Un testimonio de lucha por la dignidad, de igualdad, de no tener miedo, de estar con los más desposeídos. Su liderazgo, su capacidad, su independencia, son un testimonio y un ejemplo para las nuevas generaciones, de una persona soñadora y con capacidad de entrega, con un espíritu solidario y con un corazón gigante. 

En esa misma línea, ¿qué legado nos deja la Vicaría de la Solidaridad? 

Un mensaje de esperanza, de creer que el país se puede poner de pie, que se puede hacer justicia, que se puede creer en los sueños y que la Iglesia es la gente. También que la Iglesia tiene un rol muy importante en la sociedad, que tiene un protagonismo y una labor que es fundamental.