Edición NÚMERO 54
Agosto 2011

Cristián Precht, primer Vicario de la Solidaridad

Cada persona es sagrada

Monseñor Precht cuenta entretelones de la labor de esta institución símbolo de la defensa y promoción de los derechos humanos durante el régimen militar.

¿Qué le parece que en el Chile de hoy una producción televisiva rescate, a través de una serie de ficción, la historia y labor de la Vicaría de laSolidaridad?

Me parece muy bueno que el testimonio de la Vicaría se haga presente. Pero el tema no es la institución como tal, sino las personas que trabajaron en ella y las personas a las cuales servimos.

De acuerdo a lo que ha podido ver de "Los Archivos del Cardenal", ¿qué le parece el personaje del vicario?

Me parece bien, aunque más reflexivo y menos activo de lo que fue en la realidad.

En su rol de primer Vicario de la Solidaridad, ¿qué significó para usted en lo personal y en su dimensión de sacerdote esa experiencia en un momento tan complejo de la historia de Chile?

Me significó un cambio muy grande: zambullirme en una historia de dolor y de esperanza como nunca antes. Y, además, me obligó a hacerme “más hombre”; yo tenía sólo 35 años. También fue la oportunidadde conocer gente de primera: el equipo de laVicaría.

Por otra parte, significó una enorme responsabilidad. Teníamos que recoger la experiencia que tuvimos en el Comité Pro Paz, del cual fui secretario ejecutivo, y darle una forma más permanente al trabajo, de acuerdo a la Pastoral de Solidaridad que había escrito el Cardenal RaúlSilva Henríquez y sus vicarios. Había que asumir la totalidad de los derechos humanos: el departamento jurídico (del que más se habla), el departamento campesino, las vicarías hermanas de las diócesis, los ocho policlínicos y todo el trabajo solidario en las zonas. Además, editar el boletín Solidaridad y los informes mensuales para obispos y autoridades, acompañar el trabajo de los talleres solidarios, preocuparnos de los encarcelados. Por supuesto, también formar el equipo con la gente de excelencia con que contábamos, encabezado por el abogado Javier Luis Egaña. Y por mi parte, junto a todo esto, velar por el espíritu de nuestro compromiso basado en el Evangelio. Además, claro, realizar las innumerables presencias yacompañamientos en situaciones de extremo dolor.

Hubo un Consejo para todos juntos poder discernir, con la presencia de monseñor Enrique Alvear, monseñor Jorge Hourton y monseñor Alfonso Baeza, y connotados laicos como Domingo Santa María, Sergio Molinay varios más. Asimismo, nos apoyábamos en el consejo ocasional de grandes abogados. Todo esto lo debemos a la visión, empuje y valor del querido Cardenal Raúl.

¿Cuáles fueron los momentos más complejos y dolorosos que debió enfrentar como Vicario de la Solidaridad?

El más complejo fue el de los hornos de Lonquén.

¿Cuáles diría usted que fueron los grandes logros del trabajo de la Vicaría de la Solidaridad en la defensa y promoción de los derechos humanos?

Poner en el tapete, contra viento y marea, que cada persona es sagrada y que nadie, nunca, puede sentirse dueño de la vida.

Una Iglesia junto a los débiles

¿Cuál fue la importancia del Comité Pro Paz como antecesor de la Vicaría de la Solidaridad?

Su importancia fue muy semejante. Fue más artesanal, pues se dio como respuesta de emergencia sólo veinte días después del golpe de Estado.

¿Cómo describiría la relación que se fue forjando entre usted y las víctimas y los familiares de éstas que sufrieron la violación de sus derechos humanos?

Yo diría que se fue cultivando una relación de amistad.

¿Cuál diría usted que fue el sello de su función como primer Vicario de la Solidaridad?

Creo que eso deben decirlo los demás.

¿Cómo percibió usted en ese momento la valoración que tenía la gente perseguida por el régimen militar de la labor que llevó adelante la Vicaría de la Solidaridad?

Una valoración única y muy grande. La Vicaría era el espacio de solidaridad y deesperanza.

Por último, ¿cuál es el significado profundo de que la Iglesia Católica en Chile se haya involucrado tan decididamente en la defensa y promoción de losderechos humanos en esa época?

La gente no lo sabe, pero esta Iglesia, que hoy cumple 450 años en Chile, toda la vida ha defendido a los más débiles: así lo hizo desde el comienzo con los naturales de Chile, lo hizo con todas las obras de asistencia en el Chile republicano, lo ha hecho a través de las cofradías, cooperativas, obras de asistencia y promoción, el Hogar de Cristo, Cáritas, la Pastoral Social... y podríamos llenar páginas. La solidaridad está en elADN de la fe cristiana, porque es esencial al seguimiento de Jesús. No hay discipulado verdadero sin compromiso personal y eclesial con los pobres ysufrientes.