Enero 2010 / NÚMERO 35

volver

Concurso

Carta 1.-

Hola amigos del diario periódico encuentro, los felicito por este diario que nos cuenta las novedades en el ámbito eclesiástico, me animé a escribirles mi historia de vacaciones porque me trajo muchos recuerdos.

Recuerdo cuando yo tenía 10 años, siendo yo la menor de mis cinco hermanos, todos los años íbamos a veranear a Cartagena. Mi mamá siempre iba sola con nosotros, ya que mi papá trabajaba fuera de Santiago, específicamente en Arica.

Nunca nos faltó nada material durante las vacaciones ya que él siempre se preocupaba de enviarnos dinero para que nosotros lo pasáramos bien, pero a mi madre se le veía triste cargando sola para arriba y para abajo siempre con nosotros cinco, lo único que nos faltaba siempre era él, mi papá que siempre andaba trabajando. Pero ese año algo cambió, mi papá llegó de improviso y se quedó como dos semanas con nosotros. Fueron las vacaciones más lindas que jamás he tenido. Mi papá dentro de su trabajo se dio un tiempo para nosotros, para bañarnos, para jugar, para pasear, para compartir con sus hijos y con su mujer y a mi mamá la pude ver contenta y a mis hermanos también.

Nos quedamos esas dos semanas acampando ahí mismo en plena playa Cartagena. En ese tiempo se arrendaban carpas y uno podía hacer asados ahí mismo. Era como estar en la casa con un ambiente totalmente familiar, inclusive con las otras familias que allí llegaban a acampar. Podíamos jugar con los otros niños sin temor de que nos perdiéramos. La gente era totalmente sana, no como ahora que hay que estar con los hijos "donde mis ojos te vean". Cómo me gustaría retroceder el tiempo y volver a esos lindos años de mi niñez y disfrutar todos juntos como familia nuevamente como en los años de la "popular Cartagena".

María Olea G.
chiquitina2009@yahoo.com

Carta 2.-

Mis vacaciones más queridas son las de pequeña. Salía del colegio, mi mamá, como trabajaba, nos dejaba en la casa de mis abuelos, lo mismo pasaba con mis primos. No había plata para ir a la piscina o a la playa así que con mis primos jugábamos todo el día en el patio a los “súper amigos “. Todos éramos superhéroes. Un año se nos ocurrió hacer una piscina así que nos pusimos hacer un hoyo, cuando nos aburrimos de picar le echamos agua y ahí nos bañábamos. Mis tatas se reían de nuestros inventos y después nos bañaban a todos con la manguera. Han pasados los años, los tatas ya no están como tampoco la casa de mis recuerdos, todos crecimos y gracias a Dios nuestra situación económica es mejor que la que tuvieron nuestros padres. He tenido hermosas vacaciones viajando a lugares maravillosos, pero aún recordamos esas vacaciones que para mí fueron las mejores.

Lorena Riquelme
lorenariquelmeh@gmail.com