Enero 2010 / NÚMERO 35

volver

Padre José Luis, subdirector del INPAS y encargado del Área de Formación de Laicos
Sacramentos: una formación permanente

¿En qué consiste la nueva catequesis para la Primera Comunión y la Confirmación?

Hemos renovado, en primer lugar, toda la catequesis familiar, que ahora se llama Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística (CFIVE). Lo que queremos es hacer un proceso de evangelización, de encuentro con Jesús, de vivir en amistad con Él, de ayudarnos a ser cristianos, tanto para los papás como para los niños. Que no sea sólo una preparación a los sacramentos, sino la preparación para ser cristianos. Es todo un itinerario muy centrado en la Palabra de Dios, en el encuentro con Jesús y en la invitación que nos hace a vivir en amistad con Él, a vivir en su seguimiento, a ser discípulos misioneros de Jesús.

Como todo este proceso no es sólo para preparación de un sacramento, lo lógico es que sea continuo. Lo que hemos hecho con la Vicaría de la Esperanza Joven, VEJ, es un itinerario formativo para los prejuveniles, preadolescentes, de manera que cuando terminan el proceso de la CFIVE continúan en este proyecto, que se llama “Caminantes, la aventura de ser hijos de Dios”.

¿Cuál es el objetivo de esta etapa formativa?

Se trata de responder muy de cerca a las necesidades del preadolescente, que está en un momento de cambio, que deja de ser niño y todavía no es joven. Ellos viven lo que los expertos en psicología llaman un proceso de reconfiguración de su personalidad. Se ha elaborado un proyecto teniendo esta clave, la necesidad de acompañar a los preadolescentes en esta reconfiguración de su personalidad, pero en continuidad con lo que han vivido, para que vivan su propia aventura, para ser hijos de Dios. Se ha hecho con claves pedagógicas y metodológicas de aventura, un héroe que está viviendo una determinada realidad.

Las etapas o episodios siguen el caminar del pueblo de Israel, que culmina con la vuelta a Jerusalén. De hecho, estas etapas las vivirán en grupos llamados “tribus”, como las tribus de Israel, guiados por un animador o catequista, con una metodología muy activa, muy vivencial, en campamentos, por ejemplo.

¿Cómo se preparan los animadores o catequistas?

Junto con la VEJ se hizo un curso para los formadores de catequistas o animadores. En las escuelas de verano de este año, estos formadores van a dar cursos de capacitación de animadores de las parroquias, que son los que van a trabajar con los preadolescentes o “caminantes”.

¿Qué viene después de “Caminantes”?

En síntesis, entre los 8 y 11 años, está la catequesis familiar (CFIVE), que culmina con el sacramento de la Comunión o Eucaristía. De los 11 a 14 años, aproximadamente, se forman comunidades de “caminantes”, para vivir la etapa de prejuvenil, proceso que lleva a cabo la VEJ a través de su proyecto de formación, y que desemboca en el programa “Peregrinos”, el que, a su vez, continúa con “Discípulos” y, después, “Apóstoles”. Es decir, caminantes - peregrinos- discípulos - apóstoles.

Lo que estamos ofreciendo a nivel de arquidiócesis es un proceso de acompañamiento, de formación, de crecimiento como persona desde los 8 años hasta los 25 o 30 años de edad. Dentro de todo este proceso van los sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo (cuando no se haya recibido de guagua), Comunión y Confirmación. Incluso el pololeo y preparación al Matrimonio.

¿Cuál es la importancia de esta modalidad formativa de los jóvenes?

El valor de este proyecto es que acompaña en sus procesos de vida y de fe desde los niños hasta los jóvenes en continuidad, con una propuesta formativa: procesos, etapas e itinerarios, de acuerdo a su situación vital. La meta es ser discípulos misioneros de Jesucristo, ser cristianos. Vivir nuestra identidad de una manera querida, no sociológica. Este proceso lo viven en comunidades de niños, prejuveniles, adolescentes y jóvenes, para concluir en comunidades de apóstoles, o sea, comunidades cristianas de vida de jóvenes adultos.

En la catequesis familiar se incluye a los papás. En la etapa de caminantes también va a
haber participación de los padres. La idea es que los papás de la catequesis familiar, una vez hecha la primera comunión de sus hijos, continúen agrupados en comunidades cristianas de base, de tal manera que para ellos haya también la propuesta de una continuidad.

¿Hay suficientes catequistas preparados en las parroquias?

Nos parece muy importante el esfuerzo de formación de los catequistas o animadores parroquiales de la arquidiócesis, porque son en definitiva ellos quienes llevan la tarea. Se han capacitado alrededor de 100 formadores de catequistas, los que ya han formado a más de 2 mil catequistas parroquiales.