Enero 2010 / NÚMERO 35

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Constanza Santa María
Mamá y periodista a full

-¿Qué valores que rescatas de tu familia de origen?

Somos 4 hermanos y es una familia fascinante, porque es súper entretenida, somos todos muy distintos y yo creo que eso gracias a mis padres que nos han permitido volar súper libres, cada uno siempre su propio camino.

Es una familia tradicional, sencilla, católica, donde nos importaba mucho el choclón, la comida familiar, nos importaba mucho comer todas las noches juntos en la casa, ese tipo de cosas; pero al mismo es una familia que fue volviéndose poco tradicional y eso yo creo que… gracias yo digo a nuestros papás que nos permitieron buscar nuestro camino, nunca nos impusieron el que hay que estudiar esto o lo otro. Mi papá lo que yo creo que sí lo único que siempre nos dijo y eso me queda hasta el día de hoy: lo que hagas, hazlo bien y trata de sacar lo mejor de ti, aprovechar de mejor manera tus talentos. Si esos talentos son artísticos, si son matemáticos, bueno, aprovéchalos. Bueno, eso fue un poco lo que siempre nos exigieron y nos inculcaron y eso es lo que yo rescato mucho y es lo que me acompaña hasta el día de hoy; una familia que lo pasamos muy bien juntos, hasta el día de hoy nos gusta muchos estar juntos teniendo el mayor 38, yo 36, el menor 27, tratamos de pasar los fines de semana juntos, nos buscamos mucho.

-¿Y la única casada eres tú?

Sí, pero mi hermano mayor vive con su pareja y tienen un hijo.

-¿Dos nietos?

Que son el centro completamente para mis papás, están de abuelos chochos. Tendemos mucho a juntarnos, lo pasamos muy bien, tocamos guitarra, cantamos, compartimos todos algo entre nosotros, somos todos un poquito músicos, yo probablemente la que menos… yo canto, toco guitarra, mi papá cantó toda su vida, canta muy bien, entonces…. Mis hermanos componen… onda Pedro Aznar.

-¿Es como una gran fiesta?

Son súper entretenidas. Para la navidad nos juntamos todos en el campo y pasamos un almuerzo largo y a las 9 de la noche prendemos un fogón y sacamos la guitarra y todo de nuevo. Se producen esas cosas, y muy alentadas por mi papá y mi mamá. Mi mamá haciendo siempre las veces de unión del hogar, que la casa siempre está perfecta, siempre hay cosas ricas para comer, siempre está decorado muy bonito. Realmente para el día de Navidad la casa está preciosa, con un pesebre maravilloso, es de unos detalles y de convertir la casa es un lugar tan cálido, que a todos nos gusta volver.

Ella es parvularia, pero dejó de se hacer clases y se dedica a nosotros y ahora harto a los nietos… y mi papá es abogado, en general la gente dice que es un tipo conservador, tradicional, serio, pero eso es lo que se ve de él. Es un tipo súper perfeccionista y tiene pinta de ello, y siempre ha sido de hacer muy bien lo suyo, muy serio, bien intelectual, pero detrás de eso hay una ironía genial y un hombre sumamente divertido, con una mirada muy aguda de la vida en general, de lo que pasa, y con una mirada muy aguda también de nosotros, entonces también muy provocador y todo eso genera una dinámica súper entretenida. Yo converso con mi papá de política, de historia y de actualidad y lo pasamos muy bien, y discutimos y eso es muy enriquecedor también por ahí para mi la vida familiar por ese lado. Es entretenido, interesante, y es como unido, nosotros los dos mayores hemos vivido afuera, yo en York, después en Holanda, mi hermano en la India, y en ese sentido siempre hemos sentido que hemos podido ir, y mi papá era el primero que decía, vayan, busquen, estudien fuera, conozcan el mundo, hagan de todo, nunca ha sido egoísta en términos de querer mantenernos al lado de ellos – y eso yo lo agradezco mucho-, porque nos han dado la confianza de se puede salir, que es importante ver otras culturas, abrir la mente, no tenerle miedo a lo distinto, todo eso son valores y que yo rescato mucho. Pero siempre volvemos al nido. Uno siempre tiene ganas de volver a estar y eso a mí me parece maravilloso.

-¿Y ustedes estudiaron en colegio católico?

Sí.

-¿Por qué casarse cuando ya se tenía una pareja estable?

Porque yo creo en el matrimonio y creo en el compromiso que significa el matrimonio y para mí era importante antes de formar una familia casarme, tener ese compromiso, tener eso que también pasa por dos partes… una que es de expresarle al otro el compromiso que significa casarse con el otro, comprometerse ojalá para toda la vida, y con todo lo que eso significa y decirlo fuerte, y fuerte no es delante de 600 personas o de cuatro, no importa, es expresarlo. Y me casé por la Iglesia porque yo soy católica y creo además que el matrimonio es súper difícil, quien crea lo contrario se va a llevar una gran frustración y por lo tanto se necesita ayuda de arriba para que resulte y para sobrellevar los minutos complicados.

-¿al año quedaste embarazada?

Llega un minuto en que uno dice: me encantaría tener familia y creo que todo eso venía de la man0 de que nos casamos. O sea, el compromiso para mí de casarnos tenía que ver con eso, con querer prolongarnos y querer tener una familia y eso es querer tener hijos o tratar de tenerlos. Entonces era para mí súper lógico que pudiera pasar.

-y la maternidad, tú la tuviste a los 35. ¿Qué significó para ti en medio de una vida tan intensa y activa profesionalmente?

Paré como tres semanas antes de tener la guagua no más… y yo creo que uno nunca para además porque sigue en otra cosa, bastante más intensa y bastante más activa. Pero es una maravilla, es un lujo, probablemente a esta edad me sentí preparada para hacerlo porque con la maravilla que es es una tarea que requiere de una concentración y una dedicación muchísimo mayor que la que yo pude haber tenido toda mi vida en el trabajo, que es muchísima. O sea, ser la madre es la pega más 100 por ciento y más demandante que yo he tenido, conocido.

-¿Cambió las prioridades de la vida?

Claramente. Hay un ser humano que se impone en la vida, que de la guata te sale; y no tienes ninguna duda, no es que tengas que replantearte las cosas … no , es obvio, sale de adentro y resulta así, y tampoco es un proceso tan pensado, es, se impone. Desde el minuto que nace tú te das la cuenta que la vida te cambió. Y en todo aspecto, lo maravilloso que es que es inexplicable a quien no lo es, y también con todo lo que significa que tu vida ya no es tuya 100%, que tu tiempo ya no es tuyo, de que quieres que la otra persona esté bien todo el tiempo y eso significa que tienes que dejar de importar y eso es súper fuerte, sobre todo para una persona como yo que llevaba tantos años dedicada a mí misma en el fondo. Suena súper egoísta pero, en general no me considero una persona egoísta, y trato de dedicarme a los otros y de estar pendiente de mis amigos , de la gente que quiero, pero igual finalmente es uno dedicado a uno y cuando tienes hijos se te impone esa realidad de tal manera que uno dice yo ya no soy la numero 1 ni la 2, ni la 3 ni la 4, y eso de repente también es fuerte, es fuerte , porque por dentro uno también echa de menos esa libertad, y ese no tener que programarse tanto, etc. O sea, mis amigas que no han sido mamáS me preguntan y yo cuento la firme: es una maravilla, es lo mejor que a uno le puede pasar en la vida, pero significa también un sacrificio grande de cambio de vida. Me imagino que eso si uno es mamá a los 20 ha de ser distinto porque has tenido menos tiempo para dedicarte y desarrollar tu vida en forma independiente, pero para una persona como yo es un súper cambio, importante, y hay que ser súper consciente de ello. Y hay que ser responsable también.

-¿Y quieres tener más hijos?

Sí, estoy esperando… 4 meses. La de hoy 1 año 9 meses.

-¿Con tu marido como se lleva eso de tener hijos?

Bien, se comparte… si yo no podría, no podría trabajar como trabajo, salgo de mi casa todos los días a las 5 de la mañana.

-¿Te apoya?

Más que con apoyo, siempre lo hemos entendido como que esta pega es de los dos, los hijos son de los dos y por lo tanto tenemos dividido más o menos los horarios, o sea, él levanta a la Sophie, le da la papa, la viste, la lleva al jardín y yo la voy a buscar a la hora de almuerzo, y en la noche el que llegue primero le da comida, la mete a la cama y la baña.

Yo no concibo la maternidad sin la paternidad, porque es mi situación. Me imagino que la gente que tiene que enfrentar la maternidad sola, la encuentro admirable, porque es súper difícil y uno lo haría igual. Para mí también es súper importante por el tema de relación del papá con su hija… mi marido en ese sentido es holandés y en eso se nota porque ellos son bien criados así. No existe eso de la mamá y el papá como de afuera o de lejos. No, yo creo que el mudó a la guagua antes que yo o lo hicimos juntos.

-Tú has vivido afuera, te casaste con un extranjero, ¿Cuáles son los valores de los chilenos? ¿Qué valores rescatas de Chile?

Yo soy súper cuidadosa de eso. Yo no creo que nosotros tengamos el patrimonio de los valores… muchas veces nos creemos los dueños de los valores: la familia, la importancia porque en el norte son más fríos… y eso es una mentira, es una gran mentira, es un cliché. Y nosotros nos creemos dueños de valores universales e incluso que allá con más intensos que los nuestros. Acá por ejemplo todos decimos que nos importa la familia pero yo no sé si de verdad estamos tan preocupados de verdad o sea, la preocupación que yo he visto en Holanda de familias chicas de 4 personas es tanto o más que las que he visto en Chile en algunas familias, así que en eso trato de ser objetiva, o sea nosotros no somos mejores que los europeos en la familia. No es así y en verdad el que lo cree es porque no conoce. …. Y mi familia holandesa es tanto o más preocupada entre ellos. Yo creo que nos hemos inventado unas verdades que no son tan así. Que somos más cálidos… sí, puede ser, pero también esa calidez a la hora de comprometernos de verdad con el otro, cuando el otro no es tan unido a mí tampoco es tan cierta. … entonces creo que hay mucho mito, no somos mejores que otros.

Yo no sé si lo diría como un valor, pero a mí me gusta el choclón, el desorden latino, el no tener hora, el que llegue cualquier persona a la casa sin avisar y está bien, finalmente le ponemos más agua a la olla, y si yo comparo, los europeos en ese sentido son mucho más respetuosos, pero para mí en ese sentido mal entendido, porque yo lo encuentro bonito de repente llegar sin tener que avisar con dos días de anticipación. Encuentro choro… y ese tipo de cosas yo creo que son valores, y los rescato. Como de ser acogedores, de mayor espontaneidad en las relaciones, pero soy bastante crítica de creernos dueños de valores. Creo que somos bastante hipócritas en muchas cosas, y también de nuevo porque tengo la comparación inevitable, el holandés te dice las cosas de frente y nosotros no nos decimos las verdades, lo decimos por detrás, porque pensamos que vamos a herir…. Y entonces qué importa, si vas a herir igual y más porque es por la espalda, por otro lado. Creo que hay bastante cosas que deberíamos nosotros mirarnos y tratar de mejorar esas cosas, aunque no sé si son cosas que se puedan cambiar al final porque las tenemos tan arraigadas.

A mí me gusta rescatar los valores de otras sociedades. Por ejemplo, se dice que de los holandeses que son tan liberales. Pero son sociedades donde se respeta mucho al otro, se tolera mucho que otro piense distinto. Y acá nosotros nos molestamos con que otro piense distinto. Yo aprecio mucho las sociedades más evolucionadas en ese sentido, que son capaces de verdad, de adentro de tolerar que otro sea distinto, y creo que ese es un valor que nosotros no tenemos.

-¿Tú eres una periodista seria?

Creo que el periodismo es demasiado serio para tomárselo a la chacota.

-¿Cuál es su rol social?

Yo creo que por eso mismo cada vez es más importante. Soy una convencida de pies a cabeza que nosotros tenemos un rol social fundamental. Yo creo que una sociedad más democrática, depende de más fuentes de información, depende de más debates, de mejor información. Ciudadanos más informados son ciudadanos más libres, más dueños de tomar decisiones, más capaces de exigirle a su autoridad, de pedirle cuentas a la autoridad. Yo creo que todo eso es importante para poder tener una sociedad más rica y no en el sentido material, sino social, de redes, de gente que está consciente de sus derechos, de gente que no se siente pasada a llevar, que sabe que tiene derechos, independiente de cuál sea tu trabajo o cuánta plata tengas. Eres un ciudadano y eso te da derecho a una serie de cosas, también a exigir, también te da deberes por supuesto. Y en todo eso nosotros ayudamos, sobre todo a la gente más vulnerable, a la gente más pobre, más aislada, más marginada. Nosotros podemos ser un puente con esa gente, en una sociedad que en general tiende a tirar para abajo al pobre, al marginado. Yo creo que por ahí, en generar esa conciencia social, nosotros podemos tener ese rol importante. La persona que no está consciente de sus derechos es una persona más pobre en todo sentido. (…) ciudadanos más empoderados van a hacer una sociedad más rica, más democrática, yo creo que ese es nuestro deber fundamental y todo eso pasa por estar informados, ser ciudadanos informados.

-¿Y eso a ti te moviliza como periodista?

Absolutamente. O sea, yo quiero tener una sociedad mejor, yo quiero un mundo mejor, yo quiero tener un país mejor y creo que nosotros como periodistas podemos contribuir a que el país sea mejor.

-¿y tú has logrado en los medios hacer eso?

Yo creo que siempre he tenido eco y en la mayoría de los trabajos que he tenido he estado rodeada de gente que cree en lo mismo. Me he dedicado más al mundo político, pero no porque me guste discutir con un político, sino porque yo creo que es fundamental que la gente vote informada para que ese voto sea más libre. De hecho, no hay acto más democrático que las elecciones, ahí donde cada persona vale un voto y da lo mismo de donde vengas, lo que tengas, no importa. Entonces…para mí es súper importante crear conciencia de ello. Me parece súper preocupante que haya una serie de jóvenes que no vote. Y creo que nosotros como periodistas podemos ayudar a entusiasmar para que esa gente vote, ellos tienen un rol que jugar… Me produce inquietud saber qué pasa ahí. Y nosotros como periodistas tenemos que tomarlos, claro que la frustración es permanente porque nunca hay espacio suficiente, nunca hay tiempo suficiente para todo y claro, y uno dice tanto tiempo que se le da a este tema, y tan poco para el debate de ideas, pero tampoco creo que es más o menos que antes, creo que también los medios van evolucionando y ahora hay más medios que antes y no todo está en la televisión, está la prensa escrita y la web y ahí se mueve mucha información. Pero para mí la información es un bien preciadísimo y yo me siento honrada de dedicarme a esto. Y de tener la posibilidad, y sobre todo cuando uno trabaja en un medio como la tv con lo masiva que es tiene un poder enorme y el poder no es mío. Te lo pone el medio y la gente que pone la confianza en que tú vas a contarle la verdad o por lo menos lo más cercana a ella, los vas a ayudar a conocer cosas que no saben, entonces es una responsabilidad enorme. Si no nos tomamos en serio, qué nos tomamos en serio.

-a veces te catalogan de agresiva ¿eso te molesta?

Sí porque soy apasionada y hablo fuerte, pero ese es un problema de los chilenos, que todo tiene que ser chiquitito y que tenemos que hablar calladito, eso es un problema nuestro. Yo no siento que soy agresiva. Sí, de repente interrumpo y no dejo terminar la frase porque sé que lo que me está diciendo es una tontera o más que una tontera que me están evadiendo la pregunta. Y de repente, yo reconozco y lo he trabajado y siento que estoy mucho mejor. Uno necesita respirar un poquito más hondo, porque me doy cuenta que tengo que dejar que la persona termine porque el telespectador agradece eso, aunque sea una idea que no sea una respuesta a la pregunta. Lo que pasa es que uno de repente también está con la presión del tiempo y en la tv los tiempos son cortos y tienes que lidiar con gente que no te responde, uno no tiene tiempo para eso... No me está respondiendo, vamos a lo otro. Y uno sabe que la verdad va por otro lado y uno quiere eso y no por uno, sino porque la gente que está viendo realmente tenga la información que necesita, entonces por eso me apasiona, porque me apasiona el tema, porque los temas a los que me dedico les apasionan. Creo que es una cosa muy machista porque a un hombre que habla en el tono que yo hablo o que interrumpe no le dicen nada, pero la mujer no debiera ser tan así, debiera sonreír más. Las autoridades sobre todo esperan de una mujer que sonría más, que coquetee más, y yo no estoy para coquetearle a la gente, estoy para hacer preguntas. Si no les gusta, bueno, lo siento.

-pero dices que lo has trabajado

Sí, yo creo que además uno tiene que mejorar tantas cosas, esto no es una ciencia. Uno aprende mucho en la U, después estudié un máster, pero creo que hay que perfeccionarse siempre, pero hay mucho que sale de la guata, sobre todo porque es en vivo, porque la tv tiene mucho de emoción, entonces si yo me emociono y me apasiono por un tema me cuesta mucho controlarme. No hay un formulario de cómo hacerlo, pero por supuesto que me veo y he tenido también asesoría de gente que sabe cómo controlar un poquito los derroches de pasión y en eso soy súper humilde y díganme por dónde… pero tampoco puede cambiar la personalidad y además yo valoro la pasión, siempre he valorado a la gente apasionada. Pero cuando eso empieza a afectar, que se entiende mal o que a la gente le desagrada por algo, yo creo hay que ponerle ojo y por eso me he puesto a trabajar esa parte, y bajar los decibeles, y respirar un poco más y esperar que la gente termine de decir lo que esta diciendo… Los británicos saben hacerlo bien: van al hueso, pero con un tono que no suena como que estás yendo al hueso. Uno podría decir con la mejor de las sonrisas, como que no doliera, pero vamos al hueso. A veces me resulta y a veces no.

-Han sido 14 años trabajando en televisión…

Pero haciendo entrevistas, los últimos 6. Hay que madurar cosas que yo las tengo clara. Creo que también hay mucho de poner marca de ella es agresiva y yo creo que no es tan así. Yo puedo hacer una entrevista humana y puedo ser súper cálida, yo creo que también la gracia es saber el tono que se requiere.

-¿Y la objetividad?

Nunca me ha costado.

Me ha tocado entrevistar a primos y lo hago igual que a cualquier hijo de vecino. Lo que sí me cuesta es cuando alguien te cae mal de piel. Lo que trato de controlar más es enojarme con un entrevistado porque es fatal y muy poco profesional y a veces me ha pasado.

Quiero que la gente quede informada, no es más pretencioso que eso.

-¿Cuál es el hecho noticioso más positivo y negativo del 2009?

Soy súper mala para eso …. Probablemente diría la crisis económica y la gente que lo pasó mal con eso, siempre hay dramas personales, casos policiales bien terribles, pero tengo la sensación que la crisis golpeó a mucha gente, pero que no la vimos. Y eso hace que en una campaña presidencial el tema de la desigualdad no esté tan presente cuando la brecha es dramática y horrorosa, y debiera ser tema número 1 de preocupación.

Lo bueno: hay tantas cosas positivas…. Unos dirían el que clasificamos… yo creo que hubo varias… Obama como un hecho histórico… hubo cosas en protección social, pero muchas de ellas asociadas a la crisis… yo soy lo menos futbolera, pero el volver a creer en nosotros es el tema de Sudáfrica. No es lo más importante, pero es una linda noticia. Una súper fiesta que llega en un año súper importante que es el bicentenario-

-¿Por qué?

Yo creo mucho en las fechas, en los aniversarios, creo que además de celebrar, nos pone el desafío de cómo llegamos al bicentenario y vuelvo al tema de la pobreza. Somos un país más rico que antes y con menos marginalidad, ¿pero estamos bien? No, claramente no. (…) entonces te pone metas y como país es súper importante tenerlas… la desigualdad es un tema profundo, temas que plantearnos y los aniversarios te ayudan a darle nuevo impulso a tus ideales a tus temas país.

-¿Cómo es tu relación con lo espiritual, con lo trascendente?

Soy católica, soy creyente, probablemente medio mala católica porque no voy todos los domingos a misa y en eso tengo que reconocer que tengo una deuda pendiente, pero soy de las personas que me siento siempre súper acompañada de Dios y súper bendecida. Siento que he recibido muchísimo y tengo claro que no es gracia mía, y por eso mismo me siento con grandes deberes con mi sociedad. He recibido muchos talentos, oportunidades y siempre sé que Dios está ahí, y cuando lo necesito está y me siento cuidada. Más allá que he tenido momentos más cercana o más recogida que otras… creo que cuesta en la vida que llevamos hoy día y el ajetreo, creo que cuesta encontrar espacios para lo espiritual. Eso necesita tranquilidad, necesita respiro y con la vida un poco de locos que llevamos cuesta muchísimo, pero soy de las que de repente se pega un rezo en la mitad del día por cualquier cosa, de las que agradezco permanentemente, así como pido permanentemente ayuda. Tengo una visión además un poco utilitaria porque cuando necesito algo lo primero que hago es mirar para arriba, me sale de adentro, pero claramente creo que tengo una necesidad que nunca he logrado cubrir plenamente, pero casi de tiempo de combinación con la vida. Creo que aunque soy siempre súper inquieta es el rubro en el que más acepto sin preguntar, aunque tengo inquietudes. Donde probablemente más agacho la cabeza y pregunto menos, pero es un lado de mi vida que para mí es súper importante, y pregunto y no siempre encuentro respuestas. Y probablemente hay algunas que nunca voy a encontrar, pero entiendo que eso es parte también del misterio de la fe y soy capaz de creer en eso también y de quedarme sin respuesta. Pero me gusta.

Mi hija es bautizada católica, mi marido protestante, pero no practica y lo encuentro súper generoso por haberse casado por la Iglesia Católica. Cuando uno bautiza asume un compromiso: quiere que los hijos tengan una formación como la que yo recibí y claro ahí está el deber de uno y no es fácil, porque uno dice quién soy yo para guiar espiritualmente, pero la trataré de hacer lo mejor posible, y habrá ayuda, tengo una familia bastante católica y me ayudarán.

-¿Cuáles son tus proyecciones?

Soy muy mala para proyectarme y no sé si quiero hacerlo, y me gusta que la vida me sorprenda para lo bueno y lo malo y estar más preparada para eso. Me hago metas cortas chicas, y ahora que soy mamá ojalá estar más con Sophie y darle más besos de los que les puedo dar hoy día, y más tiempo con más gente que quiero… y básicamente pasa porque uno quiere ser mejor persona, pero no pasa por mucho más que eso y me gustaría que mi familia fuera lo más feliz posible y que mis hijos sean preocupados por los demás y sean solidarios. Me preocupan esos temas más que si voy a ser una gran entrevistadora o no, por supuesto voy a seguir trabajando y además tengo la maravilla y el gusto de trabajar en lo que me fascina, algo que no todo el mundo puede hacer, pero ahí se irá viendo.