JULIO 2007 / NÚMERO 5

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Entrevista a Hugh Rudnick, Profesor en la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica:

La solución está en la diversidad de la base energética

¿De qué manera la actual crisis está ligada a la base energética del país?

La composición de la base energética chilena quiere decir que somos muy dependientes del extranjero. La segunda conclusión es que somos dependientes de dos insumos fundamentales: el petróleo y el gas. La diferencia fundamental es que el petróleo es provisto por muchos agentes y podemos comprarlo en muchos lugares. Es cierto que es un ‘commoditie’ sujeto a mucha volatilidad, porque se produce en países con muchos conflictos internacionales…podrá subir en precio, pero no se prevén conflictos por escasez. En cambio, (para Chile) el gas natural viene de un solo lugar: Argentina. En la práctica, nos dejaron en una situación tremendamente vulnerable, con alta dependencia, y eso afecta a dos sectores: la generación eléctrica, el principal usuario; y, en segundo lugar, el consumo industrial y domiciliario.

El gas natural era muy atractivo porque era de bajo precio, es mucho menos contaminante que quemar diesel y porque suponíamos muy abundante. Esto hizo que nos involucráramos, construyéramos nuestras centrales (para que funcionaran a gas) y cambiáramos nuestros consumos industriales a este gas natural. Cuando éste comienza a fallar nos encontramos con un problema de abastecimiento y nos damos cuenta que no hay alternativa de proveedor. Entonces se tuvo que comenzar a quemar petróleo aumentando los costos y la polución en Santiago.

¿Cuál es la diferencia entre gas natural y gas propano?

El gas natural se extrae, igual que el petróleo, desde yacimientos ubicados bajo tierra. Hay grandes yacimientos bajo Bolivia, Perú y Argentina. El propano es un gas licuado que se lo trata para transformarlo en un gas distinto, equivalente al gas natural. En Santiago hay una planta en Maipú de Metrogas. La planta que está planificada en Peñalolén justamente va a producir gas propano. (Ambas) Están pensadas para una emergencia en los gaseoductos y no en el caso de corte total.

Si cortan el gas desde Argentina hay abastecimiento por cuatro días con lo almacenado en las tuberías. Y con la planta de Maipú alcanza para la mitad de Santiago.

¿Dónde se usa gas natural?

El gas natural se usa en la zona de Punta Arenas, Santiago, Valparaíso, Viña y Concepción. Básicamente está en las grandes ciudades, porque hay que construir grandes gaseoductos que lo transporten.

¿De qué manera afecta a la generación eléctrica?

Tenemos plantas en la zona de Quillota, Santiago y en el norte que funcionan con gas natural, pero ahí felizmente tenemos una alternativa y es que estas plantas fueron construidas para que en el caso de fallar el gas natural, pudieran usar diesel. La mayoría de las plantas tienen esta opción. A pesar de los problemas de abastecimiento, han seguido generando electricidad, pero a un costo mucho mayor y de manera más contaminante.

¿Qué opina de una campaña de uso eficiente?

Nosotros tenemos básicamente un problema de precios más que de energía. Si los precios subieran la gente moderaría su uso.

El Estado ha tratado de fortalecer un uso eficiente de la energía. Se puede hacer mucho en este sentido. En esta situación de crisis se puede ganar conciencia en el ahorro de energía. Por tanto, uno debiera moderar su uso del gas y de la luz. La gente debiera apagar luces, debiera darse duchas más cortas, debiera calentar sólo el agua justa y necesaria

¿Cree que el acuerdo de suministro de gas con Argentina fue errado?

Depende del punto de vista desde donde uno mire. Desde el punto de vista en que estamos en una situación de dependencia, se decir, sin alternativas, fue una decisión errada. Debiéramos haber tomado precauciones y habernos protegido. Sin embargo, en términos económicos, nos beneficiamos por muchos años de energía barata, ahorramos muchos millones de dólares. Desde ese punto de vista fue una decisión correcta.

En el cono sur se ha involucionado respecto a la integración energética. Sin embargo, en este contexto ¿es posible cambiar mar por gas con Bolivia?

Creo que (decir) mar por gas es muy limitado. Mar por una mayor integración económica y mayor relación, creo que sí. En este contexto la energía es un elemento beneficioso para nosotros. Quizás lo del gas es un detonante que nos permita encontrar otra manera de relacionarnos con ellos.

¿Cuál es la solución para la crisis?

La solución está en la diversificación energética. En este sentido la integración es una herramienta más. Tenemos que seguir trayendo carbón de otros países, gas natural de otros países. No podemos hacernos dependientes de Bolivia, Argentina o Perú. La integración energética puede ayudar a bajar los costos. Para nuestro desarrollo económico pagar por una energía tan cara nos está complicando un poco. Puede frenar el crecimiento, las importaciones, así es que el tema precio es relevante.

En Chile, las centrales hidroeléctricas son una alternativa sólida, es un recurso nacional, no dependemos de terceros, tiene la variabilidad del clima, pero la deberíamos explotar de todas maneras, es un recurso limpio además. Las otras energías renovables como la eólica y la solar son más bien un espejismo. Son energías muy caras que pueden ser útiles en algunos lugares en que exista mucho viento o geotermia, pero no nos van a resolver el problema energético masivo. No son tecnologías que puedan desarrollarse de manera masiva y económica.

¿Cuáles son los beneficios del uso eficiente de la energía?

Si uno hace un uso eficiente de la energía, puede destinar el dinero del ahorro a mejor educación, ropa, al ocio y la entretención. Si uno hace un uso cauteloso se puede reducir la cuenta de la energía. Esto significa apagar luces, lavar con la carga llena, calentar la cantidad justa de agua…todas esas cosas van ahorrando energía y reduciendo la cuenta que uno paga por ello.

Este no es sólo un llamado para quienes tienen gas natural, sino que es una visión de vida. Usar los recursos inteligentemente: gas licuado, leña, etc. Nuestro país consume mucho más energía por actividad productiva. En un globo terráqueo que tiene problemas energéticos, el uso eficiente produce reducción de costos y menor impacto ambiental.

Los chilenos no tienen mucha conciencia (del uso eficiente) porque el pago de energía no es la parte más importante del presupuesto. Sólo cuando falta la gente se da cuenta de ello. Cuando no hay electricidad la gente no puede hacer casi nada.