Marzo 2009 / NÚMERO 25

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Entrevista a matrimonio Binimelis Rodríguez

Wladimir Binimelis (W. B.), 36 años, padre
Alejandra Rodríguez (A.R.), 35 años, madre

“Este colegio fomenta la participación”

¿Cómo se da la participación de los padres en el colegio?

W.B.: La invitación del colegio es fundamentalmente, fuera de todo lo que es la parte de educación más académica, a hacerse parte de la formación integral y religiosa del niño. Por ejemplo, me llama gratamente la atención que las reuniones de curso tengan un énfasis en la formación del niño, y eso es bueno porque no se convierten en esa monotonía en que prácticamente colocas al alumno en una carnicería. Generalmente uno espera que llegue la reunión de curso y le digan a uno ‘este se porta así, o se porta de esta otra manera, tiene esta nota en tal ramo, le ha ido bien en esta prueba’, etc. Entonces cuando eso sucede el niño queda al escarnio público y ahí generalmente los papás y el resto de los niños pueden estigmatizar al niño, ‘que éste es más desordenado, que no te juntes con éste, que éste tiene malas notas’. Esto no se da en este colegio y es bueno que se enfoque el tema en algo que escapa a lo tedioso, cosa que no ocurre en muchos establecimientos. En líneas generales yo como padre he tenido muy buena experiencia en este colegio.

¿Desde cuándo forman parte como familia de esta comunidad educativa?

W.B.: Llevamos tres año acá. Antonella entró en 5º básico, ahora pasó a octavo; Ornella pasó a primero básico; y Gianfranco entra este año a prekínder.

¿Qué impresión se llevaron del encuentro de familia con su hija Antonella?

A.R. No pude asistir, pero por lo que me contó Wladimir, es bueno, es bonito, porque hubo más comunicación entre los padres y los hijos, porque se tuvo que hacer una carta a nuestros hijos y de ellos a nosotros. Pienso que a través de este encuentro uno puede conocer más a los hijos y tratar de mejorar la comunicación y la confianza, aunque a veces igual cuesta, aún más en la edad en que está Antonella.

W.B.: Sobre ese tema de la comunicación, yo te puedo decir que me considero un papá joven, pero igual tengo el rollo, porque de repente uno tiene una crianza distinta y obviamente los tiempos han cambiado, los niños y jóvenes reciben hoy mucha información, las amistades, el internet, la televisión que está más destapada, pero es un tema que a mí no me complica en sí, pero sí yo me estaba enrollando mucho porque algunos comportamientos puntuales de la Antonella escapan a la tendencia que tuvo uno. En las reuniones de apoderados me pude dar cuenta que el rollo no era mío solamente, todos los compañeros de la Antonella estaban en la misma. Pero yo no me ciego ante esto, es una realidad. Ante eso las herramientas de cuna, de base, siempre las vas a tener, pero de repente cuando llega el momento te ves ahí parado y no sabes enfrentar o discernir ciertas cosas, y en eso el colegio te da ciertas herramientas bastante buenas para enfrentar situaciones nuevas.

Alejandra, ¿qué desafíos ves tú hacia el futuro en los que el colegio y la familia pudieran colaborar más?

A.R.: Bueno, acá muchos papás se comprometen en algunas cosas. Por ejemplo, hacemos un bingo para juntar plata para hacer cosas para el colegio, pero llegado el momento ‘este no llegó, nadie pudo’. Entonces a futuro a mí me gustaría que si los papás se van a comprometer, se comprometan como corresponde, porque lo que se va a hacer es para nuestros hijos.

Ahora con la plata que se reunió con el nuevo bingo se va a techar para que en verano y en invierno tengan un gimnasio para que puedan hacer sus actividades. Acá hacen misas, primeras comuniones; mi hija de hecho hizo aquí en el colegio el año pasado la primera comunión. Vino mucha gente y el espacio se hace chico, entonces si tuviéramos un espacio más grande sería mejor, pero eso cómo se tiene que hacer: con un compromiso familiar.

W.B.: Por eso te digo que este colegio escapa a lo tradicional porque, típico, en todos los colegios los papás, ¿qué esperan? Que el colegio tenga todo. Pero este colegio fomenta la participación y en las reuniones de curso tocamos temas cotidianos de las personas, temas transversales de familia.

¿Y el colegio los estimula a ustedes los padres a que se involucren en la parte académica y en lo valórico?

A.R.: Sí, incluso por ejemplo cuando llegamos, el primer año, nos hicieron una entrevista y nos hicieron un compromiso en el cual tú te comprometes con lo que te pide el colegio. Los niños tienen acá plan lector y a ti te mandan un documento donde dice que tú te comprometes a que el niño va a leer, porque eso es bueno para ellos, porque empiezan a tener mayor comprensión de lectura, se desarrolla la imaginación, aprenden a pronunciar mejor, a decir más palabras. Entonces igual es bueno.

¿Y en matemática también hay un plan de ese tipo?

A.R.: Sí, el compumat. Los alumnos tienen su computador individual acá, ellos tienen sus clases de matemática y también asisten a otra sala aparte de computación donde ahí hacen trabajos.

Bueno, y ustedes también estimulan como padres el desarrollo de estas habilidades en los hijos…

A.R.: Sí, porque igual tú a través del compumat puedes conectarte desde tu casa, desde otro computador. No es necesario que estés en el colegio, te dan unas claves, entonces tú igual trabajas con eso. Y además que eso les sirve a los niños, porque es como un apoyo y si a ti te va bien, te dan un límite, y si tú llegas al límite, haces el trabajo como corresponde, te dan una nota, o te pueden subir décimas. Entonces igual es bueno porque así los niños no dicen, ‘pucha ya, vamos a hacer el trabajo, pero…’ Aquí hay el incentivo de que ‘si ustedes hacen esto bien, le subimos la nota, le agregamos un par de décimas, un punto más…’

W.B.: Se incentiva harto a nivel de curso, el desarrollo de ciertas cosas; por ejemplo, la estrella del esfuerzo para premiar a los que se esmeran por hacer bien las cosas. El colegio yo tengo la sensación de que se preocupa mucho de la formación integral. En honor a la verdad el sector donde está inserto el colegio no es muy bueno, el sector social, hay mucha delincuencia, mucha droga, entonces de repente cuesta lidiar mucho con eso, y por eso el colegio se preocupa mucho de comprometer a los papás también en esto. Por ejemplo el plan lector, hay un cuaderno blanco en el cual se anotan las tareas y el papá tiene que mandarlo revisado y firmado para que sepa que su hijo tiene tarea de tal cosa, prueba de tal cosa. Entonces, como te digo, tratan también de hacer a los padres responsables de la educación de sus hijos, porque la disculpa es clásica, que es cierta: ‘mire, yo trabajo todo el día y no tengo tiempo para estarme preocupando de las tareas’.

Como que los padres delegan en el colegio la educación de sus hijos y se desentienden de esta misión…

W.B. Exactamente, y si el niño reprobó un ramo es culpa del niño que es tonto, o culpa del colegio o de la profesora que no enseñó bien. Entonces en ese sentido el colegio se preocupa harto, sobre todo en este entorno social.

Wladimir, cuéntame cómo fue el Encuentro de familia del año pasado con tu hija Antonella.

Para mí fue una experiencia totalmente nueva. Si bien es cierto obviamente sé lo que está pasando con las notas, si hay exigencia o no para ellos, en lo netamente académico todo bien, conozco las potencialidades de ella, dónde tiene algunas falencias, pero llegar como a otra cosa, a un encuentro con los padres, es algo totalmente distinto, yo en lo personal no lo había vivido nunca, ni como alumno, ni como tío ni ahora como papá, yo no había visto esto, que es súper positivo, súper enriquecedor, se generan otras instancias.

Wladimir, cuéntame en concreto cómo fue este encuentro, qué cosas se hicieron.

Básicamente el poder conocer un poco más ciertas cosas de tu hijo; hay cosas que tú le das a tus hijos y están intrínsecas en ti, como padres, pero nunca se las dices. O sea, mi hija sabe que la quiero, porque soy su padre y ella es mi hija, pero, ¿cuántas veces se lo dices o cuántas veces generas ese espacio o instancia para decírselo? Nunca. Por eso el Encuentro de familia fue súper bueno porque se generaron esas instancias.

¿Y el tema de la carta cómo fue?

Era una sorpresa; a mí me dijeron en una de estas reuniones previas que tuvimos ‘papá, tiene que escribirle una carta a su hija’, y yo le dije a la Alejandra, ‘oye, hay que escribirle una carta a la Antonella’, y ella me dijo, ‘bueno, el sentir tuyo es el sentir de los dos’. Entonces yo le escribí esta carta, pero que escapaba a decirle ‘hija, te adoro, eres mi hija, tú naciste hace trece años, etc.” La idea de la carta era que tú pudieras decirle a tu hija cómo tú la ves, lo que esperas de ella, el mundo de potencialidades que tú le ves, cómo ella puede desarrollarlas de mejor manera y todo lo que tú esperas de ella que te retribuya y que a ti te haría sentir feliz como papá. Obviamente se provocó todo un nexo, que fue entendido y fue recepcionado en un 100% por parte de la Antonella, eso es lo que yo percibí. Hay ciertos cambios en ella a partir de esta experiencia y hay cosas que ella me ha manifestado, como que siente alguna frustración con algunas cosas porque no se han podido dar como ella quisiera. Pero ahí está también complementado el hecho de que hay ciertas cosas producto de todo lo vertiginoso que viven ellos, toda esta información que viven ellos, o esta rebeldía que adoptan por la edad también le ha impedido a ella darse cuenta de cuáles son estas falencias que muchas veces ella las proyecta en otras personas, pero pasan a ser de ellas.

Wladimir, ¿qué otras cosas se hicieron en este Encuentro de familia?

Bueno, encuentro con los papás, poder participar con los papás, poder participar con ellos, con los profesores también. Dentro de todas las actividades me acuerdo que estaba el colocarse no el nombre de la hija con una etiqueta adhesiva en la ropa, sino que con los atributos buenos y malos que tenía tu hijo y reconocer al alumno del que se trataba y todos le iban a dar un abrazo.

El colegio se preocupa mucho de proteger al niño. Me explico: la profesora a ti en la reunión te pregunta ‘si usted quiere saber el comportamiento y las notas de su hijo, usted dígame que quiere una reunión conmigo y lo recibo perfectamente a las 8:00, 8:30 horas, o el día que usted me diga’. Lo protege en términos de confidencialidad, porque los profesores no quieren estigmatizar al alumno. En eso el colegio es bien reservado y a su vez permite que los otros niños ayuden a los que están más abajo en clases. Hay todo un trabajo, al colegio yo entiendo que le debe costar bastante asumir este rol con las familias básicamente y no con el alumno en sí. Como te digo para mí ha sido súper grato, estamos contentos con el colegio.

A.R.: Nosotros buscábamos un colegio donde se fomentara la ayuda a los compañeros; nosotros le decimos a la Antonella, como a ella le va bien, tiene buenas notas, que ayude a sus compañeros que les cuesta, entonces este tiempo tiene eso. Además, cuando llegamos acá, a mí la directora me dijo ‘este es un colegio donde se reciben niños con problemas, ¿estás segura de que quieres poner a tu hija acá? Porque acá vienen niños con problemas, niños con padres separados, o que pueden estar presos, pero eso a mí no me amilanó.

¿Qué le pedirían al colegio en cuanto al trabajo en conjunto con los padres?

W.B.: Yo creo que lo que le falta al colegio es tener un grado de exigencia un poco mayor, no sé si en lo académico, porque en ese aspecto yo creo que el colegio está en un nivel aceptable. Pero sí ese grado de exigencia en lo otro, ya que el colegio está en la línea de la formación integral, valórica, de ayudar, de la familia, que la familia ayude al niño, no tener ese dejo de conformismo quizá con ciertas cosas. O sea, si vamos a hablar de responsabilidad y hay una actividad en que se van a reunir los papás, que no aparezca el papá después y diga, ‘pucha, no pude venir, por tal o cual motivo’. Y el colegio aparece en ese escenario y dice ‘ah, ya OK”. Siento que falta un poco comprometer más en ciertas cosas a los papás.

A.R.: Yo opino lo mismo, porque el colegio te da a ti las posibilidades de que tú aportes más al colegio.

¿Cómo calificarían el compromiso del colegio con las familias?

A.R.: Excelente. Como te decía, Antonella hizo acá su primera comunión, acá tienes una edad, en 6º básico tiene que inscribirse para la primera comunión, no es que te obliguen, pero sí se estimula. También los preparan para el bautismo, para la confirmación; en ese sentido hay harta participación del colegio, beneficios que nos da el colegio para nuestros hijos.

W.B.: El compromiso del colegio con las familias es súper bueno. Yo creo que este colegio hace una labor excelente. Es una labor encomiable la que hace el colegio, ojalá que no claudicaran nunca en esto, porque yo creo que esto es la base de la vida.

El colegio motiva mucho la participación de las familias, el colegio hace familia.