Marzo 2009 / NÚMERO 25

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Entrevista a María Eliana Rebolledo directora colegio Juan Luis Undurraga Aninat

“Debemos llegar a la familia”

¿Cuál es la visión del colegio respecto a la participación de los padres en la comunidad educativa?

Como colegio y como Fundación Belén Educa compartimos una idea que es propia de todos los educadores, en cuanto a que sabemos que los padres son fundamentales en la formación de los niños. Especialmente hay una premisa con la cual nosotros partimos y es que debemos llegar a la familia. Aquí hay algunos niños que están solos, que no tienen un apoderado, una figura paterna o materna, pero a veces hay una abuelita, no solamente podemos hablar de un papá o una mamá, sino que de una figura familiar.

¿Sucede con mucha frecuencia que los niños tienen un padre ausente o incluso los dos padres ausentes?

Que estén los dos padres ausentes no es tan frecuente, siempre hay alguno, casi siempre es la mamá. Lo que sí sucede harto es que el padre está ausente, entonces la experiencia y la filosofía de la fundación (Belén Educa) es que debemos llegar a un encuentro con las familias; la educación es una tarea de todos, partiendo por los padres, por la familia nuclear, o por la familia más extendida que a veces apoya de una manera u otra. Nosotros acá por ejemplo tenemos tías que se hacen cargo del sobrino, que la mamá trabaja todo el día y está sola. Entonces todos esos adultos necesitan, y nosotros la comunidad también necesitamos de ellos para aprender a educarlos, para acompañar a los chiquillos en su proceso de aprendizaje, en su proceso de formación de vida.

¿Cómo es la recepción de los padres o apoderados a las instancias de participación que les ofrece el colegio?

Nosotros nos hemos dado cuenta que cada vez que hemos tenido iniciativas con los padres ha habido una respuesta positiva. En el primer año del colegio (2005) hicimos cuatro escuelas para padres y eran temas muy sencillos. Por ejemplo las directivas de curso, una jornada un sábado para hablar de liderazgo, cómo relacionarse con un hijo adolescente, o con un hijo pequeño, y la asistencia eran 20, 30, 40 personas cuando era un éxito, de todo el colegio. Ahí nos dimos cuenta que no bastaba con este llamado aparte y que debíamos hacer un encuentro mensual, que es la reunión de apoderados, (lo cual forma parte de la política de la fundación, hacer una reunión de apoderados al mes y obligatoria, que todos participen), y si no viene el papá, los profesores después los citan en un horario, para que ellos nos conozcan.

¿La mayoría de los apoderados son del sector donde está el colegio?

Sí, la mayoría son de acá.

Estamos hablando de familias de estratos socioeconómicos medio–bajo y bajo…

Sí. En nuestro primer Simce quedamos en el estrato bajo en media, y medio-bajo en básica. Esa es nuestra gente; en ese contexto el colegio es para ellos un lugar donde son escuchados, pueden aportar, no importa que no tengan mucha educación, que no sepan hablar muy bien; de hecho, tenemos un número de apoderados analfabetos, y yo diría que la gran mayoría (60 o 70%) tienen hasta octavo, segundo medio algunos. Cuarto medio es mínimo, no tenemos profesionales prácticamente.

¿Hay alguna actividad que ustedes realicen para que los padres apoyen a los hijos en la formación académica, como por ejemplo en las tareas?

Hemos hecho varios talleres en los proyectos de integración con las profesionales que atienden a los alumnos que tienen dificultades de aprendizaje, que son muchos acá. Psicopedagogas, educadoras diferenciales, hacen unos talleres para que los padres sepan cómo trabajar con los niños. Hemos hecho talleres de matemática para los padres, también para que sepan cómo apoyar el proceso de lectoescritura de los niños, esos talleres se hacen permanentemente.

¿Las escuelas para padres se han hecho permanentemente, desde el 2005 hasta ahora?

Sí, con diferentes nombres, con diferentes grupos, pero sí, las hemos hecho siempre.

Por último, ¿cuáles son los desafíos del colegio en el tema de la incorporación de las familias a la comunidad educativa y la participación de los padres en la educación de sus hijos?

Un desafío concreto es que nosotros tenemos como idea que los padres también vengan a las salas de clases; por ejemplo, que todos los papás de prebásica puedan haber venido un día a ver cómo se hace la clase, que participen y conozcan. La hemos implementado muy poco, y eso motivaría mucho más a los padres.