Mayo 2009 / NÚMERO 27

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Francisco García: Buscando las oportunidades que trae la crisis

Francisco García Collados, (42) ingeniero civil mecánico, casado con Mariana Barrientos, cinco hijos, hombres todos, trabajaba en el área técnica de su profesión, proyectos, mantención, producción, y después se cambió al área comercial.

¿Cómo a engrosar el número de cesantes?

Primero, quería independizarme, pero no me fue bien, no me asocié con las personas correctas,  y eso me produjo un vacío financiero. Tuve que vender mi casa para pagar las deudas. Busqué nuevamente trabajo, me enrolé como gerente comercial en una empresa peruana con sucursales en Sao Paulo y en Santiago, la que, por efectos de la crisis, terminó sus funciones en Chile. Desde ahí empecé a planificar cómo iba a ser mi vida a partir de enero de 2009. Formé una sociedad de ingeniería con mi hermana y empezamos a buscar proyectos en los cuales pudiéramos desarrollarnos y tener algún lucro. Así fue como llegamos a una empresa inmobiliaria, la que tenía que ejecutar un proyecto de mitigación ambiental para cumplir con su declaración de impacto ambiental.

Estamos trabajando con ellos en un proyecto a tres años. Hemos tenido problemas de caja, típico de las partidas de los proyectos, pero con harta fe, con harto “punch” y esperanzas de que las cosas van a resultar mejor. Estoy seguro que no es el mejor minuto para independizarse o emprender, pero a veces la necesidad te obliga a hacer cosas que en otras condiciones no las harías. El proyecto consiste en sacar vehículos contaminantes del mercado, 450 unidades en el periodo de tres años.

El hecho de estar sin trabajo implica que la imaginación tiene que funcionar más certeramente y los movimientos que uno tiene que hacer deben ser más eficientes en cuanto a gastos, porque no hay un ingreso seguro, lo que implica pensar en cuatro o cinco meses adelante, debido a que el tiempo de retorno de los capitales no es seguro.

¿Es posible, en medio de la crisis, que siempre se encuentren nichos de trabajo o de emprendimiento de nuevas actividades?

Absolutamente, en los minutos de crisis uno tiene que ver las oportunidades y pensar de esa forma. Para salir de una cesantía se requiere, partiendo, de tranquilidad mental. Porque cuando uno está intranquilo no piensa. Tranquilidad, serenidad y una visión clara de futuro. Cuando uno parte con eso empieza ya a probar.

¿Qué problemas genera la cesantía o la falta de ingresos en la familia?

Cuando falta el dinero en la familia se generan problemas a nivel de matrimonio y de familia. Eso socava las fundaciones de la base de la Iglesia, que es la familia. Y eso uno lo ve en los colegios, todos los días, matrimonios separados, con muchos problemas para poder llevar la vida día a día. Si la crisis se nota como financiera, económica, es mucho más profunda a nivel de personas. Las frustraciones, los problemas de convivencia, en las mismas oficinas, causan más daño que no tener dinero para hacer  cosas, porque el dinero, tarde o temprano, va o viene, pero los problemas que se generan en las personas son más profundos y es más difícil salir de ellos.