Mayo 2010 / NÚMERO 39

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Cardenal Bertone habla sobre los alejados, la vida espiritual y la pastoral social 

Entrevista exclusiva del Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Tarcisio Bertone, a Encuentro, durante su estada en Chile.

 

¿Qué ha significado para usted, qué reflexiones o qué conclusiones saca de esta visita a Chile?

He venido por mandato del Santo Padre Benedicto XVI para visitar Chile después del terremoto y maremoto, para manifestar la cercanía, el amor, el afecto del Santo Padre, su preocupación por los damnificados y su entrega personal delante de todo el mundo para la reconstrucción del país y, sobre todo, de las ciudades más damnificadas. Es decir, un signo de cercanía y de la presencia del Santo Padre y de su colaborador más cercano, el secretario de Estado de Su Santidad. 

Tengo una impresión muy buena del nivel de fe de la población que, no obstante esta tragedia, se ha mantenido fuerte en la confianza en el Señor. La gran fe en la Iglesia, la que se ha mostrado cercana, sobre todo con aquellos que sufren más, través de centros de caridad y a través también de la evangelización del dolor. La interpretación de estos hechos, que no debe alejarnos de Dios, sino recordarnos que somos criaturas frágiles, que debemos respetar la naturaleza creada por Dios o, de modo contrario, la naturaleza se rebela. Debemos ayudar especialmente en el momento de mayor dificultad a nuestros hermanos más necesitados. 

Es una llamada también al crecimiento de la caridad en el sentido de solidaridad, además de la fe en Dios Padre y Creador.

 

La sociedad actual es una sociedad con muchos católicos alejados. Aparecida invitó a salir al encuentro de ellos. ¿Cuáles son las características que debe tener la Iglesia hoy para acoger a esta sociedad que se ha alejado, para evangelizar este mundo secularizado?

Lamentablemente, hemos visto que en países occidentales y también en Chile hay un alejamiento, una fuga de católicos de la Iglesia. Es necesario, como el Papa nos ha invitado, abrir en el templo el patio de los gentiles. Es una imagen muy significativa que se refiere al mundo pagano en la antigüedad, no cristiano, pero que se refiere también a los neopaganos, el neopaganismo que ha tomado, ha involucrado también a los cristianos, a los antiguos practicantes cristianos. Abrirse a los gentiles  quiere decir, primero que todo, naturalmente cuidar a las personas que están cerca de la Iglesia, que viene a la Iglesia, y formarlas sólidamente, pero no tener a estas personas como una gallina que tiene a sus pollitos y no mira a los otros. No cuidar sólo a la gallina que agrada, gratifica al sacerdote o al Obispo, sino ir fuera, ir a los otros, ir a aquellos que ponen problemas y buscar, sobre la base de la  Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia, responder a estos problemas.

La formación del sacerdote, la formación  de los laicos, como he dicho también en mi discurso hoy, ciertamente ayuda a responder a los desafíos y problemas que pone la sociedad actual y que ponen las familias y jóvenes de hoy.   

 

¿Cuál es el deber de los medios de comunicación católicos frente a la situación por la que pasa la Iglesia a raíz de los abusos sexuales por parte de sacerdotes?

Primero que todo, buscar y reafirmar la verdad sobre los hechos y la verdad sobre la Iglesia. Ante todo, presentar el proyecto de vida moral que la Iglesia presenta a todos y que la sociedad no quiere escuchar, porque la sociedad es contradictoria, ambigua. Acusa a la Iglesia, acusa a los sacerdotes de pecar, pero no quiere aceptar el proyecto de vida moral para los fieles, para los jóvenes,  para los mismos sacerdotes. Quiere quitar el celibato, por ejemplo; quiere liberalizar la sexualidad, es contradictoria. Presentar el pensamiento, la ley moral evangélica, que es la ley de la Iglesia, primero que todo, y formar para esta ley, para una robustez, una coherencia moral. Después, naturalmente, afirmar que ninguna institución ha hecho tanto contra este delito como la Iglesia. De otra parte, debemos debatir las falsificaciones, sobre todo frente a los fieles católicos. Ninguno ha hecho tanto como la Iglesia, ha separado a los sacerdotes infieles y es severa en el criterio de admisión al sacerdocio, a la vida consagrada, no admite, por ejemplo, a homosexuales. Entonces, decir la verdad sobre esto. La verdad ayuda,  no daña a nadie.

 

¿Cómo puede ayudar el ejemplo del Padre Hurtado al trabajo de la reconstrucción después del terremoto?

El Padre Hurtado es un hombre excepcional que ha seguido dos directrices precisas: una fuerte espiritualidad sacerdotal, eucarística, la espiritualidad en la cual ha formado a tantos jóvenes  en la educación en los valores auténticamente humanos y auténticamente cristianos. No tener miedo de dar una formación fuerte, dar valores fuertes a los jóvenes. En segundo lugar, el aspecto social, el aspecto de caridad social que ha cultivado su institución, el Hogar de Cristo, que ha ayudado a los más necesitados, a los más pobres, nos ha dado un ejemplo extraordinario que continúa. Esto quiere decir que el aspecto social no debe estar más separado de una fuerte vida espiritual, porque de otro modo las acciones sociales quedan vacías de su inspiración. Unir una robusta vida espiritual fundada en las virtudes cristianas, la santa Eucaristía, los sacramentos, y de ellos tomar la fuerza para una acción social inspirada en el Evangelio, que es la más eficaz.