Mayo 2010 / NÚMERO 39

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Myrna Avilés
Yo no me olvido de ti 

Tiene 46 años, es dueña de casa, asesora familiar, trabaja voluntariamente en el centro para la familia Corpus Christi. Tiene 3 hijos, uno de 18 y dos mellizos de 13 años 

Pertenece a la parroquia Santa Isabel de Hungría, es coordinadora centro para la familia Corpus Christi (coordina horas para que la gente se atiende con profesionales. Lleva 3 años en esta función)

 

¿Cómo surgió la idea de ayudar a Ninhue?

Hace tiempo que pensábamos hacer una misión permanente a través de familias. Ir 2 o 3 familias a una localidad. Estábamos buscando un lugar sin saber que el terremoto iba a ocurrir.

Ubico al Padre Renato hace muchos años, porque bautizó a mis hijos y es padrino de una vecina y voluntaria del centro de familia. Participaba en encuentros matrimoniales en Santiago. Siempre estaba en contacto con él, le enviaba materiales litúrgicos. 

Después del terremoto me llamó mi vecina para contarme lo destruido que había quedado Ninhue. Le propuse a la Vicaría hacer algo para ir en su ayuda. Primero hubo que hacer contactos con Padre. Habíamos tenido buena recepción de las redes. Me había llegado desde la Protectora de la Infancia mercadería y del Colegio San Felipe habían hecho campañas y me llamaron para que canalizáramos esta ayuda a través de la Vicaría de la Familia. 

Llamé a la secretaria pastoral y le dije que tenía el teléfono del sacerdote, le nombré algunas necesidades. Ella habló con el Vicario, hicimos una reunión y se gestó el viaje, el deseo de recolectar más cosas, seguir siendo centro de acopio para ir juntando más materiales. 

Fuimos el domingo de ramos por primera vez 

El equipo que fue se puso a disposición de la Vicaría para el día y la hora en que quisiéramos ir.

 

¿Cómo fue la primera aproximación con las personas que estaban damnificadas?

Llegamos allá y el sacerdote no tenía tiempo para recibirnos, porque estaba muy ocupado, estaba en terreno y un sacerdote para tanta localidad es difícil por los pueblitos chicos. La gente feliz nos recibió, se coordinó para bajar las cosas del camión, nos ofrecieron lo poco y nada que tenían. Impacto te provoca ver la realidad, porque una cosa es ver lo que te muestra la televisión y otra cosa es en vivo y en directo, estar en cercanía con la gente. 

Llegamos a la iglesia y había que demolerla, el sacerdote se iba a quedar sin casa. Acompañar al sacerdote después de un estrés post traumático es entender que son seres humanos que tienen necesidades de apoyo. 

Pudimos hacer intervenciones caminando por la comunidad. Nos fueron presentando a la gente. La gente fue muy acogedora, cercana. 

Justo al lado de la parroquia había una casa que se cayó entera. Había una mujer con su niña de 10 años. Apenas llegamos nos ofreció su ayuda. Nos dijo: se me cayó la casa, pero tengo baño. Ella nos acogió tan bien y no tenía nada más que el frontis de la casa. Eso me conmovió mucho.

 

¿Qué otro episodio la conmovió?

A otro abuelito que vivía solo se le cayó la casa y estaba viviendo en el granero, le preocupaba que tenía que llevar a su perro al veterinario y no había veterinaria.

De la nada ellos se empoderan. Valoraban la naturaleza. Decían seguimos vivos y está intacto el campo, la plaza…

 

Fueron psicólogos a hacer talleres y fueron orientadores familiares.

La gente nos decía qué rico que vinieron a ver a nosotros ¿por qué a nosotros y no otro lugar? La gente sólo con vernos se sentía acompañada. Nos decían que no los dejáramos solos y que volviéramos. 

Dejamos un viaje para agosto. La idea es volver a acompañar y que sea una pastoral, ir a misiones, formar equipo, apoyarnos en los profesionales y llevar la Palabra que era lo que más la gente quería: estar con Dios, porque el curita no daba abasto y también necesitaba contención, pero tenía tanto trabajo, que estaba muy contento de ver un hermano sacerdote con él. 

La idea es que sea permanente en el tiempo, ver las posibilidades, lo que implica, prepararse, tener un plan de trabajo. La idea es no dejarlos, visitar los pueblitos chicos, acompañar al sacerdote en las liturgias.