Noviembre 2009 / NÚMERO 33

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Daniela García Sobrazo, 23 años.

Sus padres viven en Copiapó. Cursa tercer año de Psicología en la Universidad Andrés Bello. Antes estudió dos años de nutrición, en la misma universidad.

“Siempre quise estudiar psicología. Me llamaba mucho la atención la carrera, pero todo el mundo me decía que estaba lleno de sicólogos y que no iba a encontrar nunca trabajo. Así que cuando llegó el momento de decidir me fui por cualquiera carrera que me tincara, menos Psicología.

Nutrición es una carrera muy bonita, pero no es para mí, porque no me gusta la química.

Me costó mucho acostumbrarme a Santiago. En Copiapó participaba mucho en pastoral y acá no tenía nada, además, lejos de mis papás y amigos y en una carrera que no me gustaba, factores todos por los que no me fue bien. En el segundo año mejoré, pero sufría mucho. Entonces mis papás me dijeron que si yo era feliz cambiándome de carrera lo hiciera, y me cambié a Psicología.

¿Cómo fue esta experiencia de probar en otra carrera? ¿Fue una pérdida de tiempo?

No fue una pérdida, aunque sí fue muy difícil. En cambio, cuando entré a Psicología me enfoqué únicamente a estudiar, porque ya había adquirido experiencia y me manejaba bien en Santiago. Por lo que esos dos años no fueron una pérdida, gané en confianza en mí misma.

¿Vale la pena proba alternativas hasta encontrar la propia vocación?

Sí. Yo diría a los estudiantes que no se dejen llevar por lo que les dice la gente, a menos que sea en buena, porque hay gente que echa para abajo. Yo tenía compañeros en nutrición que querían estudiar Arte y estaban ahí por que sus papás no los dejaban estudiar Arte. Que se guíen por lo que les dice el corazón, que son los mensajes que te manda Dios. Yo no lo escuché, no más, y me equivoqué al principio.

¿No es un fracaso cambiarse de carrera?

No, para nada. No es tanto un problema de responsabilidad, de inmadurez. De dejarse estar, no es nada malo cambiarse de carrera. Hay que tener mucho valor, mucha gente te va a criticar si lo haces. Pero si vale la pena y te hace feliz, es importante.

¿Qué esperas de tu carrera?

Lo que yo espero es ayudar. Ser capaz de ser una herramienta de Dios ayudando a los demás, estar al servicio de la comunidad.

Daniela participó primero en la pastoral de la Universidad y ahora está en una comunidad que se llama Adsis, un movimiento católico que busca estar presente con los pobres y necesitados. En Copiapó participó en la pastoral juvenil de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria.