Entrevista

Confianza recíproca en el colegio: profesores formadores y no policías o inspectores

Entrevista a Juan Ignacio Canales, rector del Colegio Notre Dame, del Arzobispado de Santiago, en Peñalolén. Colegio de básica a media, mixto, con 520 alumnos

El sacerdote belga Roberto Polain funda en Santiago el colegio en 1952, tras llegar en 1948 a Chile Chico con un grupo de familias belgas afectadas por la II Guerra Mundial. El ideario valórico y normativo del colegio se centra en la experiencia del método scout, una de cuyas máxima a nivel mundial indica que el scout pone su honor en ser digno de confianza.

 

¿Por qué es tan importante la confianza en la escuela?
Todo el mundo anhela esa relación porque de ahí nacen posibilidades infinitas. Vivir en la desconfianza recíproca es muy amargo, muy doloroso humanamente y la pedagogía no se escapa a esa aspiración. Polain siempre fue de la convicción de que un pedagogo que se vincula desde la confianza recíproca con sus alumnos va a sacar mucho más partido que alguien que está en el control y en la desconfianza con el otro. Nadie dice que uno tiene que ir por la vida confiando en todo el mundo, pero la escuela tiene la gran oportunidad de instalar ese escenario.

La inspiración es una decisión consciente de querer vivir plenamente la humanidad en la confianza recíproca. El colegio cree en el niño y el niño cree en el colegio. Partimos de la premisa de que tú eres sincero y, por lo tanto, voy a creer en tu palabra. Y si me mientes es tu problema y no el mío.

¿Cómo generan confianzas?
Nos reconocemos educadores, pedagogos, formadores. No policías ni inspectores. No es nuestra vocación el control del otro, nuestra vocación es la formación del otro. Generamos un espacio de decisión que es paulatina, progresiva, en el que la comunidad tiene que operar con ciertas normas, que funcionen los horarios, los uniformes, la puntualidad y las obligaciones recíprocas. Es la comunidad la responsable de ello.

En los recreos no hay inspectores, son las tías, los profesores jefes los que están cerca de los alumnos. Y los cursos mayores se auto controlan. Los mayores velan también por los más chicos, conforme la promesa scout, porque en las actividades como el teatro, el scoutismo, el deporte, participan alumnos de todas las edades. El hecho de que no haya inspectores es una consecuencia lógica de este sistema. No es que el colegio esté exento de controles, no hay un libertinaje.

¿Todos responden bien al sistema?
En este proceso de generar un ambiente de confianza y responsabilidad compartida por toda la comunidad escolar, hay alumnos que fallan, pero el sistema opera rápidamente y se supera ese desorden.

¿Cómo crean confianzas de los padres y apoderados frente al proyecto educativo?
Vivir en un clima de confianza recíproca nos proporciona una relación igualitaria, porque la construcción de confianzas es una responsabilidad de todos por igual, del rector, de los profesores, de los padres y apoderados y de los alumnos.
Frente a los padres, tenemos que dar prueba de que somos un colegio que funda su quehacer pedagógico en la confiabilidad, es decir, hace aquello que promete. El otro elemento es la competitividad, sabes hacer aquello que declaras.

¿Cómo crean confianzas en los temas del bullying y de los abusos sexuales?
La confianza no se decreta, es un modo de relación que se construye. En materia de abuso de poder y abuso sexual hay un juicio de construcción de confianza que es el respeto. Yo confío en ti porque me tratas con respeto. Me puedes corregir, pero con respeto. Cuando hay un maltrato entre los alumnos el colegio reacciona de inmediato. Y cada quince días hay un informe a los padres y apoderados sobre el alumno, que entre otros aspectos evalúa la fraternidad. El mal uso de la Internet, las redes sociales, bromas de mal gusto, maltrato entre ellos son cosas que nos ocurren como en cualquier comunidad educativa, pero con índices bastante bajos. No podemos estar exentos de esas actitudes, pero cada vez que eso ocurre no miramos para el lado y el colegio reacciona.

Por partir creyendo en el otro, alguien podría decir que somos un colegio expuesto a sufrir potencialmente experiencias de abuso sexual. Nadie está exento de esa posibilidad. Lo que sí sabemos es que si nos llega a ocurrir no vamos a hacernos los desentendidos y vamos a reaccionar.
 

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