Sociedad de mercado, una fuente de desconfianzas

Entrevista a Pablo Salvat, doctor en filosofía política, director del magíster Ética Social y Desarrollo Humano, de la Universidad Alberto Hurtado.

 

¿Cómo se genera la desconfianza?

Tengo mis dudas acerca de si tenemos una mirada relativamente compartida sobre las causas que generan desconfianza en la sociedad. Alguien ha hablado de una crisis de autoridad. ¿Por qué está en crisis la autoridad? ¿Por qué no es creíble? La autoridad tiene su momento legal y su momento legítimo. Su momento legal es el poder coercitivo. El momento legítimo es el de una autoridad creíble, ‘seguible’, comprensible, en la dimensión de la legitimidad de esa autoridad. Habría que ver hasta dónde esa crisis de legitimidad se produce por una traición a los ideales o fines a los cuales esas autoridades dicen servir. La crisis de legitimidad es una crisis que en el fondo nos habla de una falta de debate nacional sobre los fines de las acciones y decisiones, quién decide sobre esas finalidades. Por ejemplo, quién decide el modelo de ciudad, el cambio de uso de suelo

Ahí tiene un rol preponderante el bichito famoso de esta sociedad de mercado en lo que nos hemos convertido, en la que el conjunto de los bienes públicos y privados y la interrelación personal están mediados por el factor dinero, tiempo o poder. La gratuidad, la solidaridad, la fraternidad, la confianza son virtudes que requieren de un cierto espacio y tiempo y no entran en los cálculos costo beneficio, o si entran en ese cálculo salen muy caras.

La sociedad de mercado y el factor de desigualdad que genera están en la base de esta realidad de vivir en la casa enrejado, subiendo las rejas, con dos perros. La gente que tiene palacetes viviría mejor, sin perros rottweiler ni cuerpos armados si fuera más generosa. No se trata de que esa gente no tenga parte de la riqueza que tiene. Pero si estuviera dispuesta a compartirla, a abrir sus bolsillos, a mirar a los demás, ellos mismos podrían vivir más tranquilos, sin guardias ni escopetas.

¿Cómo ve el 60% de abstención en las últimas elecciones a la luz de esta crisis de confianza?

Es un signo de desafección al modelo de democracia liberal restringida que tenemos. Quizás lo que buena parte de la abstención quiere recuperar es lo que podríamos llamar una democracia republicana, en la cual las decisiones del conjunto, tomadas en forma madura, debatida y sopesada, estén por sobre los intereses particulares de grupos de poder, quienes sean, económicos nacionales, económicos transnacionales, mediáticos. El problema es que como sociedad hemos mercantilizado indebidamente el conjunto de esferas de acción colectiva, desde la educación hasta el medioambiente, todo convertido en un cálculo costo beneficio, que conduce al ‘sálvese cada uno pueda’.

Tal vez, a la luz de la abstención en las últimas elecciones, lo que estamos viviendo es una profunda crisis de legitimidad de buena parte de las autoridades, tanto de los poderes del Estado como de otros ámbitos de la vida social. Hay un malestar.