Octubre 2008 / NÚMERO 20

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Cien años del Liceo Miguel Rafael Prado

Todas las personas que forman parte de este establecimiento educacional saben que junto con la calidad académica se busca formar a personas al estilo de Jesús.

En ciertos sectores de la comuna de Independencia, se puede ver con frecuencia el comercio de droga o la violencia entre los jóvenes. Es aquí donde está ubicado el Liceo Miguel Rafael Prado, con 1573 alumnos, los cuales se diferencian de estas prácticas gracias a la formación cristiana que le ha entregado.

Este establecimiento educa a niños y jóvenes de escasos recursos, entregándoles los Principios del Evangelio. “Lo que buscamos en nuestros alumnos es formarlos como discípulos del Señor, para que puedan misionar en su familia, en su barrio, y en todos los círculos donde se rodean”, dice el Padre Iván Leng, capellán y director pastoral del colegio. El director, Luis Zamorano, comenta con orgullo que es muy feliz trabajando en este colegio porque los alumnos son muy respetuosos, no consumen drogas, no son violentos, por el contrario, están muy preocupados de ayudar a los demás”.

Este año, al celebrar su centenario, decidieron que todos los cursos realizaran distintas misiones, entre ellas se encuentran: visitar casas de abuelitos y gente en situación de calle en La Vega Central. “Queremos que nuestros alumnos conozcan distintas realidades, y que sepan que otra gente sufre”, dice el director. Octavio Espinoza, presidente del centro de alumnos, destaca los valores que han aprendido con las misiones. “No conocíamos lo que era ayudar al prójimo, pero con las misiones, entendimos que hay gente que sufre mucho. También aprendimos a respetarnos entre nosotros y a trabajar en equipo”.  

Para darles una formación cristiana, en el colegio se realizan –aparte de las misiones- eucaristías y retiros espirituales. El Padre Iván, valora que alumnos que participan con agrado en todas las actividades pastorales sean, al mismo tiempo, líderes del colegio. 

Por su parte, Sebastián Pezoa, vicepresidente del Centro de Alumnos, considera que “el valor más grande que nos han enseñado es el amor a la oración. Las personas que trabajan acá nos muestran el camino, pero nos dan la libertad de seguirlo o no”. Sebastián González, también de la directiva, dice que “nos han inculcado mucho respeto. Somos más de mil alumnos y no todos son católicos, pero cuando se hace una oración, todos quedan en silencio por respeto a los demás”.

El director Luis Zamora cree que el papel de los padres y familia es fundamental. “Los padres deben inculcarles valores, apoyarlos en sus proyectos, entregarles amor, etc., es por esto que nosotros pedimos que los padres se comprometan a participar de las actividades pastorales”.  

 

Celebración del Centenario

El director Luis Zamora, está muy motivado con la celebración de los cien años del colegio, ya que el centro de alumnos, el centro de padres y ex alumnos lo han apoyado en las actividades. Por ejemplo, dejarán en el patio un monolito con escritos y experiencias de los alumnos de cuarto medio, de los profesores y de todos los directivos, con el fin de que en 50 años más, se abra este monolito y puedan leer y conocer como era el colegio, ya que en este momento, según el director, están haciendo historia.