Kristel Kobrich

La mejor nadadora en la historia de Chile

Kristel Kobrich es considerada -sin discusión- la mejor nadadora en la historia de Chile. Tiene 24 años, y aunque físicamente puede representar incluso menos, al hablar se le escucha como alguien mayor, segura y decidida, concentrada en lo suyo y muy protectora de su mundo interior y privado.

Un suave acento argentino ya le es propio,  y cómo no, si desde el 2003 vive en Córdoba, Argentina, junto a la familia de Daniel Garimaldi, su entrenador. A su edad,  ya ha tomado más decisiones que la mayoría de sus pares y todo en pos de su gran pasión deportiva, hacia la cual se dirige y en cual se concentra. Para Kristel, la natación es la prioridad.

Dejó un colegio tradicional siendo adolescente para dedicarse más al deporte,  apenas terminó la educación media, dejó la casa paterna y país por su carrera.  La relación familiar la mantiene por teléfono, mail y viajes entre allá y acá. “Y a veces la tengo suerte que mi papá me va a ver” a algún torneo.  Así que nos vamos alternando un poco en ese sentido.

La rutina diaria consiste en natación de 4 y media a 7 de la mañana, en la tarde dos horas de pesas y luego al agua de nuevo. Los miércoles solo pesas y agua en la tarde, y cuando se acerca un torneo empezamos los sábados dobles o los domingos en la mañana también.

A ello suma estudios de pedagogía en inglés los martes, jueves y sábado “sin dejar de priorizar lo que estoy haciendo acá”, aclara. “No es algo fundamental, sino que lo hago porque me simpatiza, me hace bien para la cabeza y disfruto de otras cosas, pero no es mi prioridad”. 

Para ella, el futuro son 1 o 2 años, el resto no le preocupa en demasía. “Se han roto muchas teorías, sobre todo con el tema de aguas abiertas. Se alarga mucho la edad, pero no hay una edad fija. En aguas abiertas uno puede estar hasta los 35 fácilmente. Hay que ir viendo. Depende de mucho, y por lo menos hoy yo que tengo 24 años tengo una carrera que está y que se va a seguir extendiendo y vamos a ver hasta cuando se da, pero sin límites ni fechas no sé cuando se para”.

-¿Cómo es la relación con tus papás?

Me pongo en el lugar de mis papás y  para ellos tiene que haber sido fuerte. Sin embargo, tengo una relación bastante linda. Siempre me han apoyado, estando o no de acuerdo con  mis decisiones y más allá de eso, siempre están. Eso es lo que yo más valoro de ellos.

-¿Han sido acertadas?

Me ha resultado muy bien, aunque obviamente no es fácil. Pero nadie me ha obligado, es como una especie de libertad que uno tiene, y una intuición que también está muy fuerte en mí, de tratar de y de jugársela, tratando de estar un poco más tranquila, de estar más feliz, de hacer lo que uno quiera con el apoyo de la familia.

-¿Cómo enfrentas los reveses?

Ahí juega un rol muy importante el entrenador. Él es quien dice si no estoy bien focalizada, centrada o animada, y obviamente ahí  es sumamente importante la familia de acá y la familia de allá, así como el círculo cercano que es muy pequeño. Los malos momentos son por algo y hay que tratar de que pasen lo más rápidamente posible para tratar de enfocarse de nuevo.

-Llama la atención que cuando hablas de tus logros siempre incluyes a otras personas

Lo que pasa es que son pilares fundamentales y yo no me puedo olvidar de ellos, porque es una suma de cosas, no soy solamente yo, pero tampoco me tengo que quitar mérito propio. No voy a dejar nunca de agradecer nunca porque son las que están ahí en las buenas y sobre todo en las malas, aunque en estos hay mucho más mea culpa.

- ¿Qué valor asignas a la perseverancia y al esfuerzo para conseguir tus metas?

El planteamiento es querer  o no querer, seguir o no seguir, buscar más o no buscar más. No sé si eso es bueno hasta qué punto, si es malo hasta qué punto. Lo que sí sé es que no estoy viendo si tengo o no tengo techo, estoy tratando se seguir lo que me gusta y lo que me hace bien, lo que interesa y lo que me hace bien. Y lo que mi entrenador ve en mío que es un potencial mío. Entonces tratar de sacar fruto de esa cosa.

-¿Dónde están los límites?

No me planteo eso porque sería negativo; que se den las cosas como se tienen que dar, para enfrentar las cosas como se den, y tanto de lo bueno o malo tratar de sacar algo bueno automáticamente.

-¿Eres una persona alegre  o más bien seria, cómo te defines?

Creo que soy de las dos. Lo que sí soy es súper responsable, muy metida en lo que estoy haciendo. Eso no significa que no se pueda ser alegre. Además me parece que no soy una persona muy enojona.

-¿Fue difícil compatibilizar el ser deportista de elite con la adolescencia?

Yo no sé. No sé otro ritmo de vida, este es el que tengo yo, el que elegí yo, el que tengo es una decisión mía, propia, entonces con eso trato de disfrutar con lo que quiero.

-¿Te juntas con gente de tu edad?

Mantengo mucho contacto, pero por suerte soy muy de casa, y eso me favorece muchísimo así que eso lo rescato porque soy una persona muy tranquila  y responsable.

-¿Cómo imaginas tu futuro?

No soy muy futurista, sé que tengo un torneo en noviembre, otro en el 2010 y estoy viendo los del 2011. Me parece que es el hoy, intentando seguir construyendo la carrera, seguir creciendo como persona y tratar de ayudar o de enseñar a gente que lo gusta lo que estoy haciendo y tratar de motivar gente, ya sea allá o acá.

-Da la impresión que te concentras únicamente en la etapa que vas viviendo.

Tengo que ser así, porque es el hoy: puedo ganar una medalla hoy, pero mañana no. Entonces hay que ser muy realista y saber muy bien en qué estoy.

-¿Sientes una responsabilidad?

Yo intento que la gente que le gusta la natación se motive, que se masifique la natación en todo Chile o acá en Argentina. Obviamente que eso implica una responsabilidad que uno tiene a la hora de competir o enfrentar cada torneo, así que uno trata de fomentar y de ser alguien dentro de la natación, de la historia de Chile, y de poder aunque ayudar un granito de arena y de seguir fomentando el deporte.

-Tú ya eres parte de la historia, ¿qué sientes por eso?

Todos esos adjetivos o toda esa trayectoria que uno puede tener,  es por algo, o sea, nada se ha dado porque sí, son circunstancias del trabajo que uno ha realizado hace mucho tiempo como resultado de lo que se ha ido buscando. Lo disfruto y lo agradezco, porque obviamente se valora lo que estoy haciendo que es un trabajo serio, pero no es lo que estamos buscando, lo que uno trata es de superarse y de seguir evolucionando como nadadora. Si uno tiene con eso otro título de la mejor deportista o de no la mejor deportista o la más alta o la más baja eso ya son cosas circunstanciales. Pero yo estoy súper agradecida, contenta. Tratar de seguir estando en el nivel que uno está, porque lo más difícil mantenerse.

-¿Te gusta representar a Chile?

Es que nací ahí y claro que me gusta, me parece que es una responsabilidad mía, son cosas que pasan y que uno tiene que enfrentar, y que uno tiene la suerte de representar en distintos torneos lo que tiene que ser. Entonces uno en ese caso lo toma o lo deja, y obviamente que hace mucho que uno lo tomó y trata de seguir siendo, o de tratar de mantenerse buena en lo que uno hace, representando el país que tiene.

-¿Cuáles han sido los costos de optar por el deporte?  

Hay costos sí, pero nadie me ha obligado. Nadie me ha obligado a cambiar de colegio, a estar lejos de mi familia, a estar donde estoy, entonces no los veo como un costo negativo. Obviamente hay otras cosas que paralelas que son negativas, como que uno no tiene la ayuda que quiere o la que debería tener… pero un costo como algo negativo, no; he ganado mucho más y por eso estoy mil agradecida.

-¿Te acostumbras a ser una persona conocida?

Sí, pero es tranquilo… me parece que no es ni mucho ni poco. Es divertido, porque uno se da cuenta que te están valorando como persona o como deportista, pero no paso mucho tiempo allá. La verdad es que agradezco mucho que la gente vea otros deportes que no son los tan populares en Chile y que la natación se esté metiendo en portadas, algo que  jamás antes se pensó que se podía dar.

-¿Cómo es tu vivencia espiritual?

Me privo mucho de hablar de política y de religión. Me parece que no es un tema que hay que compartir mucho porque es muy amplio y no cabe estar especificando lo que uno cree o no. Lo que sí yo se es que estoy eternamente agradecida de las cosas que tengo, de las cosas que hago y de las cosas que voy creando, y que en esas cosas yo agradezco a la gente que tengo al lado que es la que me ayuda a tener mucha paciencia, mucha paz y mucha alegría en los distintos  momentos. En eso trato de apoyarme muchísimo.

-¿Le tienes miedo a algo?

Si tuviese, no se si lo contaría… Sí, le tengo miedo a algunas cosas, pero las reservo, me parece que son súper personales, pero no soy de piedra ni tampoco soy una máquina, soy una persona súper normal que tiene alegrías como miedos también y también penas.