Septiembre 2008 / NÚMERO 19

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Entrevista a Monseñor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal del Ecuador:

“Tres de cada cuatro ecuatorianos rechazan los ataques a la Iglesia”

¿Cuáles son las principales objeciones y los temores de la Iglesia frente al proyecto constitucional que será sometido a referendo en Ecuador?

Nuestra Conferencia Episcopal ha señalado en particular la apertura al aborto mostrada por los textos de la Constitución que se sujeta a referéndum. Luego de debilitar el texto paralelo de la Constitución vigente, donde se habla del derecho a la vida desde la concepción –ahora se habla de cuidados y protección-, destaca el art. 66,10: toda persona tendría derecho a decidir libremente cuando y cuántos hijos tener.

En el lenguaje común, se tiene un hijo cuando nace; antes de nacer no se lo tiene, sino que se lo espera. El texto permite entonces a los progenitores disponer del hijo concebido y aún no tenido, según su libre decisión.

De otro lado, se equiparan las uniones de hecho entre homosexuales a las uniones surgidas de matrimonio. Equiparación imposible, porque no hay hijos ni relación complementaria natural entre los cónyuges. Y también inútil, porque el patrimonio jurídico de los homosexuales –que no son discriminados en su capacidad jurídica- permite arreglar los aspectos patrimoniales de su relación sin especiales reconocimientos legales. Es decir, no aceptamos que se establezca igualdad alguna entre la familia natural y esas uniones.

Hay un estatismo fuerte que recorre todo el texto. En el campo de la educación se hace particularmente asfixiante, porque en nada quedan los derechos de los padres de familia frente a los poderes reconocidos a la administración pública.

La declaración de la Conferencia Episcopal del 28 de julio señala que estas observaciones no agotan el juicio sobre los textos propuestos que se estiman incompatibles con una conciencia cristiana.

 

¿Cómo están viviendo los católicos ecuatorianos este momento de campaña previa al referendo y las expresiones del Presidente Correa hacia la jerarquía de la Iglesia en ese país?

Muchos católicos tienen puesta la esperanza en el proyecto político personificado en el Presidente de la República. Muchos carecen de la debida formación en su fe y en la Ley de Dios. Tres de cada cuatro ecuatorianos rechazan los ataques a la Iglesia. Está dividida la opinión sobre el texto constitucional.

 

¿Confía usted en que la labor misionera de la Iglesia y el testimonio de los cristianos puedan revertir la corriente anti vida y anti familia que está surgiendo en la sociedad actual?

Ciertamente. Pero se trata de una tarea que va más allá de las circunstancias actuales.