Septiembre 2008 / NÚMERO 19

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Felipe Bettancourt, 23 años, estudiante de último año de Ingeniería Comercial y Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica

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¿Cuál es tu motivación para trabajar en la Feuc?

Yo antes ya había estado involucrado en actividades de servicio universitario, como Pastoral, misiones, trabajos de invierno y centro de alumnos durante la carrera y al final quisimos armar un proyecto distinto de federación, donde pudiéramos imprimir un sello bastante particular, sobre todo por el legado que queremos dejar.

 

¿Cuál es el proyecto de Federación que tienen?

Una federación que no tuviera miedo de transmitir las cosas que eran importantes, que sacara la voz fuerte frente a las autoridades de la Universidad y frente al país, que no se midiera por las encuestas, sino que tuviera convicciones claras respecto a lo que quiere seguir o el trabajo que quiere lograr y dedicada a comunicar esto a los alumnos. Estas convicciones son las más básicas respecto a la vida, el respeto hacia las personas, una visión de sociedad que sea más basada en el respeto que simplemente en encuestas. Por ejemplo, en torno al respeto a la vida, nosotros hicimos un seminario Feuc por la vida cuando hubo toda la polémica por la píldora del día después. En los temas educacionales no queremos quedarnos en la protesta, sino que queremos propuestas como la exposición que hicimos frente al Senado sobre la Ley General de Educación (LGE). Es mostrar a la sociedad que la juventud no tiene sólo una cara reactiva, sino que de propuestas y proactiva respecto a los temas de manera seria y responsable.

 

¿Cómo es la recepción de los jóvenes UC frente a estas propuestas?

Hay que hacer matices. Lo que se ve en la opinión pública es una noción a veces falsa de la sociedad. Nosotros no creemos que la mayoría de los jóvenes esté de acuerdo con  la píldora del día después y los que lo están puede que estén desinformados respecto a las consecuencias. Nosotros, bajo esa convicción, quisimos informar. Por eso hicimos un seminario donde trajimos a los principales expertos en el tema y al final la recepción fue muy positiva. Cuando nos presentamos, el apoyo a la lista fue muy grande. Nosotros dijimos que nos daba lo mismo perder las elecciones por defender una convicción básica como el derecho a la vida. Nosotros nos íbamos a mostrar tal cual somos y la línea que íbamos a seguir en todo momento. Durante el año la recepción ha sido positiva, hemos sentido harto apoyo de los estudiantes en general, así es que estamos muy felices con la labor desempeñada.

 

¿Cuál es tu apreciación respecto a la LGE?

Estamos preocupados porque (la discusión) se centrara en ideología,  en que nos quedáramos en la ley y no en otras soluciones que son importantes de aplicar en la práctica, por ejemplo desde la inyección de recursos en las subvenciones hasta el estatuto docente que es una camisa de fuerza para los establecimientos. Creer que el Estado es el único responsable de dar educación nos parecía algo muy peligroso.

 

¿Cuál es tu opinión respecto a la selección?   

Muchas veces la discusión se ha centrado en el lucro y la selección. De hecho el 2007 recorrimos el año en esos dos temas, si bien son importantes, hay argumentos a favor y en contra respecto a lo que causa la selección en cuanto a la calidad del aprendizaje de los alumnos, al final centrarnos en eso no va a llevarnos a solucionar los problemas en educación. No nos parecen las selecciones arbitrarias, ciertamente hay colegios que deben permitir entrar a los alumnos que están postulando y que han hecho un esfuerzo por hacerlo. Hay familias que se sacan la mugre día a día para darles la mejor educación a sus hijos para que esté en determinado colegio y hay otras que no. Entonces depende mucho del caso. Seleccionar es algo que se hace y que se permite en todo ámbito, en caso que un alumno no está esforzándose, no esté queriendo desempeñar su albor y está atrasando al resto del curso que sí quieren hacerlo, la situación natural que se da es que se dé una selección mediante la reprobación. Creo que la palabra selección se ha ideologizado, se le ha llenado de un contenido falso. Hay que ver los casos. Hay casos con discriminación arbitraria y yo creo que eso está mal, pero sí hay patrones de selección como el criterio académico en un colegio de excelencia o el deporte en un colegio para deportistas o musical…en ese sentido no tiene nada de malo y contribuye a un proyecto educativo para las personas.

 

¿Cómo influye el Evangelio en tus decisiones?

Creo que realmente si uno no tiene un norte o un fin claro respecto a quien quiere seguir, es muy difícil poder moverse… al final uno termina siendo un activista. Sin tener a Dios en el centro es muy difícil poder guiarse de la mejor forma y creo que es un apoyo muy grande estar confiado en Él. La fe es algo clave en todas las personas y nosotros tratamos de expresar nuestra visión y sobre todo nuestro testimonio como personas de fe al resto de nuestros compañeros.

 

¿Cuál es el Chile que tú quieres que nazca tras la celebración del Bicentenario?

Hay una responsabilidad grande de los medios y de la sociedad de no querer mostrar una parte muy positiva que tiene este país y que a veces nos quedamos con lo más negativo de la sociedad. El 12 de agosto se celebró el día nacional de los jóvenes y se mostró una imagen de los jóvenes destruyendo o en asaltos, consumida por las drogas, pero esa no es la única juventud que hay en Chile. El primer paso es sentirnos orgullosos de lo que tenemos, resaltarlo, darle mayor espacio a las iniciativas y a los jóvenes que están haciendo cosas distintas y el sueño para el Bicentenario es dar un poco más de espacio a ese tipo de personas que quieren hacer algo distinto. Veo desde personas que incentivan a los mejores profesores para que hagan clases en escuelas rurales de escasos recursos, que pueden ir mejorando la educación y hay tantas iniciativas que quieren ir mejorando distintos aspectos de la sociedad. Faltan espacios para eso. Tenemos un tremendo potencial para hacerlo, lo tenemos y hay que saber mostrarlo y potenciarlo de mejor manera.

 

¿Cuál es tu compromiso con el Chile del Bicentenario?

Sobre todo en el tema de la invitación a más personas para que puedan hacer suya esta vocación de servicio en lo público, en lo privado, en lo que quiera que sea, pero que lo hagan rectamente y con principios claros, que sea un servicio por ser activista, sino a la luz de Dios y que ojalá se pueda hacer de la mejor manera para contribuir con el desarrollo de este país.

 

¿Por qué los jóvenes tienen poca participación en las elecciones?

La principal responsabilidad la tienen, precisamente, los políticos. La discusión está muy sesgada en torno al voto voluntario u obligatorio, en la inscripción automática o no automática y esas son las maneras para expresar nuestro voto, pero eso no va a cambiar el interés por la política, eso es responsabilidad de las personas que están ahí. Creo que hay jóvenes que quieren formar cosas distintas. Muchas veces están apestados de la corrupción, de faltas de transparencia, de honestidad de la gente. Creo que es el principal problema que aleja a los jóvenes de la política, la política se ve como algo muy sucio y que uno no puede entrar a limpiar, mientras eso no se arregle, sea cual sea el sistema que implementen, los jóvenes no se va a acercar. Y hemos visto cómo los jóvenes se acercan a otros sistemas de participación como es el voluntariado, las fundaciones y alternativas de servicio distintas, porque la política espanta. Creo que faltan personas con coraje para querer cambiar este tipo de cosas, ojalá que haya personas que se metan en política, que estén interesadas en querer limpiarla.

 

¿No hay responsabilidad también de los jóvenes también en esta desafección?

Puede haberlo, pero lamentablemente en una sociedad en que la palabra política está tan sucia y que es tan difícil entenderla en su origen, creo que no se puede culpar tanto a los jóvenes en ese sentido. Creo que falta más coraje para entrar a la política que en otro tiempo o en otras situaciones y hay desgano, pero lo veo sólo en ese tema en particular. Veo a tantos jóvenes haciendo cosas distintas que creo que es muy raro que se pueda dar por otro motivo (distintos al descrédito de los políticos).

 

¿Tú estás interesado en participar en política?

Me pasa lo que al resto de los jóvenes. A mí me disgusta mucho, en general, la clase política que tenemos en nuestro país; me disgusta la ideología, me atrae mucho más el servicio en otro tipo de instancias, me parece admirable la gente que trabaja en educación, donde faltan tantos profesionales jóvenes o quizás en otro tipo de fundaciones donde necesiten otro tipo de ayuda. Creo que las personas que tienen vocación política ojalá puedan hacerlo y transformar ahí de la mejor manera ese mundo para atraer a más personas para que también lo hagan.

 

¿Te parece que los jóvenes tienen el espacio para hacer su aporte?

Creo que hay un problema porque muchas veces se da el espacio para los jóvenes que están protestando, destruyendo o queriendo hacer la dirigencia de forma distinta. Hace falta espacio para los jóvenes que lo hacen más callado, que lo hacen de manera propositiva, más responsable. Muchas veces se escucha a quienes meten más ruido y no a quienes quieren trabajar más. Creo que hace falta un giro en ese sentido y dar más espacio a la juventud que se siente más aislada, que no la muestran los medios.    

   

¿Cuál es la responsabilidad social del universitario?

Existe gran conciencia en el tema puntual del voluntariado, de los trabajos sociales y de ese tipo, pero de repente falta poner el énfasis en que eso se transforme en un trabajo a largo plazo. Muchas veces hay alumnos que participan en estas instancias, pero depende de qué organización esté trabajando para saber qué sello están transmitiendo para ir a ayudar una vez solamente y eso pierde sentido, en cambio si hay una entrega a largo plazo, al final nos damos cuenta que esa ayuda es algo pequeño y la gran pega es llevarlo al mañana, cuando seamos profesionales y poder hacer un aporte a largo plazo, con esa conciencia creo que podemos hacer un aporte a la sociedad.

 

¿Qué es lo que más te gusta de Chile?  

La vocación social que tienen los jóvenes en general porque en ningún lado se ve lo que pasa en esta Universidad, donde más del 15% de los estudiantes hacen voluntariado en invierno. Creo que eso muestra una preocupación por lo que está pasando, por el entorno y eso es muy importante.

 

¿Qué es lo que menos te gusta del país?  

El pesimismo con el que miramos algunas pocas y que haya unos pocos ocupando todos los espacios de servicio siempre en alta dirigencia, gubernamental que lamentablemente están muy ideologizados y eso con el paso de los años de incrementa. Hace falta espacio para que esas personas se renueven y que vengan personas con una visión distinta de cómo queremos hacer esta sociedad, que no sea ideologizada ni política, sino con medidas concretas para mejorar distintos aspectos de la sociedad.