Septiembre 2009 / NÚMERO 31

volver

Gonzalo Cerda, abogado, Director social de “Un techo para Chile”

El fin de los campamentos es un regalo para Chile

 

Está en el cargo desde noviembre del año pasado. Fue director social de “Un techo para mi país” en México por más de un año. Volvió a trabajar en  los cursos de oficios y reemplazó a Sebastián Bowen.

 

¿Cuál es el significado de terminar con los campamentos el 2010?

En la práctica puede surgir un campamento en algún lugar, pero lo que se soluciona es el problema estructural: la problemática de los campamentos. El tipo de política que se aplica no está dada por un problema tan grande, sino que hay una alternativa mucho más valedera para una familia antes de decidir irse a un campamento, que es optar por una  vivienda propia y un barrio. Para mí el 2010 significa que sea real que una familia diga: a mí me conviene optar por una casa mejor que irme a un campamento, es decir, que la opción de tomarse un terreno es mucho peor de la que le ofrece un país. Eso es lo que hay detrás.

 

Además, significa algo para el país porque el campamento simboliza la exclusión de la manera más evidente. En el campamento tienes narcotráfico, problemas de educación, problemas de salud, violencia intrafamiliar, sobre todo hay una discriminación terrible del resto de la gente hacia las personas que viven en campamentos. Como sello de exclusión es lejos de lo más evidente y que se termine eso es un avance impresionante y una responsabilidad grande. Porque necesariamente tienes que pensar en otras formas de inclusión, ya no necesariamente terminar con la exclusión más evidente y comenzar con la que está más escondida. Por ejemplo, cómo el país se hace cargo de los miles de allegados que viven en Chile, de la gente que vive en situación de calle. Demuestra un paso, un interés real en que Chile no sea excluyente, pero a la vez muestra un desafío más grande que es cómo se mueven las políticas públicas hacia el excluido que no está gráfico en un campamento.

 

¿Cuál es la clave del éxito?

Jóvenes que se la creyeron y lo hicieron (ríe) Esa es el secreto. No es más ni tampoco menos que eso. Ese es el sentido de tener metas ambiciosas. Uno puede decir que la meta limita o encuadra en tal forma de comportamiento, pero al mismo tiempo te alimenta para encaminar todo hacia algo que parece imposible. Somos jóvenes que pusieron todo su empeño porque creían que las cosas tenían que cambiar y lo hicieron.

De pasada descubrieron que en esa fórmula el protagonista es el poblador de campamentos. Con esa combinación: personas que están seguras que las cosas pueden cambiar y, al mismo tiempo entender que en el trabajo no son los protagonistas, sino las personas que están excluidas justamente, es como echar parafina y prender un fósforo.     

 

¿Es motivo de celebración?

Creo que el “Techo” es una de las grandes cosas que se puede celebrar el 2010. Te diría que es la razón de celebración. Si no se termina con los campamentos el 2010 no hay tanta novedad para celebrar el Bicentenario. Es verdad que hay muchas más cosas, porque todas las instituciones tienen metas para el Bicentenario, pero estamos apostando a que la celebración sea con todo y qué símbolo más claro que efectivamente se celebre un Bicentenario de independencia donde todos quepan y se sientan parte de un país. Lejos es la mejor celebración.

 

Luego del 2010 “Un techo para Chile” ¿se terminará?

Tienes que terminar una etapa. No nos interesa prolongarse eternamente en un tema. Es un mal típico en política, de la manera de administrar una municipalidad que mira al final del periodo. Nosotros nos pusimos una meta, cumplirla y que eso signifique una reformulación a propósito de las cosas que queremos apostar y ahí va a estar educación y nuestra forma es “Un techo para la educación y el trabajo” que incluye desde el reforzamiento escolar de voluntarios hasta los talleres de aprendizaje popular que es capacitación en oficios que lo ofrece el mismo poblador. Tiene el nombre de trabajo porque busca todo lo que hace a una comunidad sustentable y que del aprendizaje puedan salir nuevos negocios o se trabaje la autoestima y el emprendimiento.

 

¿Cuál será el foco el 2010?

La política habitacional se descentralizó, entonces los subsidios ya no los administra el Serviu. Nosotros administramos los subsidios para 10 mil familias y con esas asumimos que van a tener un proyecto de vivienda el 2010. Nuestro foco va a ser esas 10 mil familias. En la práctica trabajamos con más que eso con otros campamentos que tienen otra Egis. Y trabajamos con familias ya trasladadas para hacerles habilitación social. Eso significa trabajar para que esa comunidad se haga protagonista de su desarrollo, trabajas la educación, la salud, el emprendimiento. Que el fin de la familia no sea la casa definitiva sino que el barrio y que tengan el ojo puesto en lo que va a ser un futuro mejor para la familia: el entorno, la inclusión, la conexión a redes formales.

 

No es que apostemos a algo distinto, sino que tenemos una línea de trabajo que enfatizaremos el 2010 sin campamentos.