Edición NÚMERO 43
Septiembre 2010Junio 2010
Septiembre. 03 de 2010
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La Virgen es la principal figura de la evangelización en el Chile republicano

Entrevista a Ricardo Salas Astraín, filósofo, especialista en filosofía de la religión popular e indígena. Autor, entre otros títulos de trabajos "Modernización y sabiduría en tierras mapuches" (San Pablo, 1994), "Lo sagrado y lo humano" (San Pablo, 1996), "Ética intercultural" (2003). Actualmente es decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Talca.

¿Cuáles son, a su juicio, las más importantes manifestaciones de piedad popular surgidas en Chile durante estos doscientos años de vida independiente?

En primer lugar, es preciso señalar que desde la mirada de las ciencias de las religiones todas las manifestaciones de religiosidad popular, eso que hoy denominamos "piedad popular", están enraizadas en las diferentes formas religiosas que provienen desde tiempos inmemoriales, como es el caso de las religiones indígenas, de las formas del catolicismo ibérico que llegan con los conquistadores, y todas las nuevas formas de asimilación y reelaboración que harán las clases populares, produciendo una nueva fusión en que la religión católica asumirá nuevas formas culturales.

Se trata entonces de una piedad popular que tiene raíces ibéricas, indígenas, pero podríamos denominarlo metafóricamente un cristianismo con un rostro moreno. En el periodo republicano el catolicismo continuará desarrollando estas formas mestizas, donde se puede destacar principalmente el culto mariano. No es irrelevante que los próceres tengan una cuidadosa devoción a la Virgen del Carmen, de donde proviene el voto O'Higins para construir un templo donde se selle la independencia de Chile. La Virgen es patrona del ejército y es la principal figura de la evangelización en el Chile republicano. Junto a las prácticas de las clases acomodadas, el mundo popular asume y consagra la llegada y consolidación de nuevas devociones, como la Virgen de la Candelaria, de Lourdes, etc., muestran que la piedad popular ha coronado a la Virgen como reina del alma popular chilena.

Pero existen también varias formas religiosas populares que continúan y que tienen otras raíces, por ejemplo, los bailes chinos, las fiestas de Cuasimodo y la tradición de los cantores a lo divino. El mismo culto a diversos santos demuestra que el mundo popular chileno es profundamente religioso y que la piedad popular expresa esa riqueza religiosa del pueblo chileno. 

En términos generales, ¿cuáles son los aportes a la fe cristiana de esas expresiones y cuáles los aportes a la cultura nacional?

Me parece que el principal aporte del cristianismo es entregar en la piedad popular una nueva mirada a la vida social chilena que no es racionalista y que no es comprendida por las formas ilustradas y laicistas de las elites santiaguinas. La piedad de los sectores sencillos del pueblo chileno es permanentemente una inversión de la visión elitista de las clases pudientes, los valores que aparecen destacados aquí tienen que ver con una fe sencilla, afectiva, masiva. En este sentido me parece que el cristianismo ha entregado valores importantes al "alma de todos los chilenos", como gustaba decir el Cardenal Silva Henríquez. Estos nuevos valores desarrollados por una religiosidad viva no se pueden distinguir del todo de los valores de la cultura popular chilena. El cristianismo popular mirado así no es nunca una religión que no es como alguna vez se dijo un opio del pueblo, es un tipo de imaginario religioso que permite comprender la compleja vida social chilena a partir de ciertos valores que son centrales en la vida creyente: critica de la injusticia y de la prepotencia de los poderosos, invitación a la solidaridad y a creer que el bien de la comunidad son más importantes que el egoísmo y el abuso de algunos que aprovechan siempre para mantener sus privilegios.

Un ejemplo reciente que ha sido emotivo para todo el pueblo chileno, es cómo han vivido las familiares de los 33 mineros sepultados por la codicia y la desidia al interior del mineral San José. Ellos han expresado su fe cristiana, a través de una profunda religiosidad, en la Virgen, en los santos, como una prueba concreta que junto a las operaciones de salvataje, la fe cristiana ayuda a suavizar tanta dureza del territorio nortino y defenderse de tantos abusos que viven los pequeños mineros.

En particular, ¿cuáles son los valores más destacados de las Cofradías de Bailes Religiosos, el Cuasimodo y el Canto a lo Divino y la riqueza que encierran para la Iglesia?

Me parece que los principales valores de los bailes religiosos, del Cuasimodo y del Canto a lo Divino, entre otras formas de religiosidad popular, es mostrar la presencia de un cristianismo inculturado en la vida de las personas sencillas. Se trata de una fe que no es razón abstracta, sino que es parte de una experiencia vivida de la fe. Se trata de manifestaciones religiosas populares que logran mantenerse a pesar de la incomprensión que vive de parte de la sociedad chilena "culta", incluso a veces del clero y de laicos ilustrados, porque se trata de una fe que no se define en un marco cognitivo, sino de una aproximación integral, que incorpora el cuerpo, la afectividad y la comunidad festiva.

Me parece que la principal riqueza que encierra es el tesoro de una fe que vive en medio de una cultura, y que demuestra que las manifestaciones religiosas son parte de una expresividad religiosa que brota al interior de la cultura popular misma. Quizás la crisis del cristianismo de las elites chilenas es porque se trata de un cristianismo afincada en la mera racionalidad, sin vinculaciones permanentes con la expresividad afectiva. Nos devuelven entonces un cristianismo menos neoplatónico, donde la fe siempre se vive en alma, corazón y cuerpo, en que la fe se expresa cantando, bailando y festejando el don del espíritu de Dios. Como decía san Agustín "quien canta (y baila) reza dos veces".